martes, 3 de marzo de 2009

Cuando los payasos dominen la Tierra (III)

Adivina adivinanza. Salen al mercado los jueves, están plagadas de coloridas fotografías y, al contrario de lo que sucede con el ABC, ni siquiera sirven para limpiarse el ojete. ¿Qué son? Obvia y contundentemente, las revistas del corazón, el archinombrado papel couchè (pongo el acento al revés porque queda mucho más fashion y suena a gabacho, aunque de francés se mucho menos que la madre de cualquier ministro.)

*Diez minutos, Qué me dices, Hola!, Pronto y demás familia, cuyos objetivos semanales son presentarnos la lujosa mansión de algún devora heces cualquiera, hacerle la pelota a la familia real, o, aprovechando el tirón de Paquirrín, competir con National Geographic para ver quién obtiene las mejores fotografías de simios en su hábitat natural.

*Nota al párrafo anterior: algunas de las publicaciones mencionadas pueden haber dejado de ser editadas hace años o haber sido erroneamente incluídas aquí al tratarse, por ejemplo, de productos para limpiar el polvo en lugar de revistas.


Y, en el culmen de esa mezcolanza de televisión y prensa que crea un producto, nos lo vende como actualidad, lo eleva al éxito y vuelve a repetir hasta la extenuación el producto original debido al gran seguimiento obtenido, aparece la revista de AR. La única publicación del mundo en la que cada semana aparece el mismo especimen humanoide en portada, con el curioso añadido de que cada número presenta un aspecto más cuidado y juvenil. Qué mal les ha hecho el Fotosop (?) a las cincuentonas que se creen Scarlett Johansson... a este paso, pronto olvidarán la manera de saber la temperatura del café mientras desayunan desnudas...

Ano Rosa Quintana, presentadora de un programa en el que se debaten informaciones aparecidas en programas de otra cadena que la propia Ano Rosa produce para, después, tratar las agrias polémicas suscitadas entre ambos medios en la mismísima revista de ARRR. La pescadilla que, entre mordisco y mordisco a su propia cola, le pega también unos jugosos bocados a los bolsillos de todos aquellos ineptos que se dejan atrapar por tan futiles polémicas y acaban desembolsando el desorbitado precio de la revista de marras.

Si hacen esto con este tipo de mierdas para dirigir la voluntad del televidente, qué no harán con tema de supuesta importancia, como la economía, la política, o la fermentación de las natillas. No me lo puedo ni de imaginar.

Para acabar, y merced a la reciente mención a Ano Rosa Quintana, me viene a la mente un concepto similar, que me retrotrae a un mítico chiste surgido en las entrañas del planetario de Pamplona/Iruña/Nafarroa Is not Spain en aquellos lejanos años noventa, cuando nadie cuestionaba la supremacía del PNV y los americanos aún ganaban todas las guerras:

¿En qué se diferencian un maricón (hoy, en estos tiempos de corrección política y estupidez zapateril, deberíamos llamarlo homosexual, gay, o, simplemente, persona que efectúa transacciones anales en la dirección menos habitual) con Mecano?
En que Mecano tiene a Ana Torroja y el maricón lo que tiene es el ano to rojo.

Como el noventa por ciento de esos payasos destinados a regir sobre la raza de los hombres, que ansía sobre todo el joder.

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