miércoles, 26 de mayo de 2010

Tuputamadreenalmíbarjökull (y II)

Más allá de todo lo anterior, y analizando directamente las consecuencias de la erupción volcánica, puede uno tomar varios caminos.

El primero de ellos -el orden es tan aleatorio como dar un paseo con Massiel; se siga la ruta que se siga, siempre acabará uno junto a un vaso de licor a las tres de la tarde- sería adentrarse en el terreno de la conspiración. Personalmente, ante estas cosas, sufro una curiosa dicotomía; por un lado, estoy plenamente seguro de la inutilidad de los políticos y, por ende, de sus actuaciones, exceptuando algunos casos aislados y remotos que se nos presentan como enemigos de la comunidad internacional -Esto es, del capitalismo. Como ejemplo, que alguien tenga los cojones de decirme que el pirado de Corea del Norte no toma decisiones que influyen en el devenir de aquel país-.

Pero, por otra parte, tengo cierto recelo respecto a todos esos iluminados que, sin saber de dónde la han obtenido, manejan una información que está vetada a los ojos de todos los demás. Hoy les dejo un vídeo donde una señora comenta su teoría de la conspiración, en la que la OTAN, la Unión Europea y Ramón Calderón -aunque a éste, por temor a su omnímodo poder, no se atrevan a nombrarle- crean el caos para ensayar de cara a futuras guerras y, a grandes rasgos, afirmar de gratis su control sobre la población.

En fin, que cada uno decida si la señora esta es una eminencia que ha sabido ver mucho más allá tras la nube de cenizas y está intentando compartir con la opinión pública mundial su pavoroso descubrimiento, o si simplemente, se trata de una vieja loca con un collar de perlas que, en lugar de presentarse a un concurso para que le jodan la vida como a su pérlica colega Susan Boyle, se ha comprado un mapamundi para espetar frente a él toda clase de teorías apocalípticas que nosotros éramos incapaces de ver.

El segundo camino, surgido entre toda esta sarta de incongruencias emanadas de mi propia bilis tras el contacto con las cenizas volcánicas islandesas, conduce hacia una reflexión -si servidor tuviera al menos la capacidad intelectual de la luz al chocar con el agua, y fuera capaz de hacer eso- mucho más relevante que todo lo anterior.

Algo falla si una erupción en una isla perdida del Atlántico puede paralizar el mundo. Algo falla si Peter Griffin llevaba razón cuando decidió hacerse un seguro antivolcanes a pesar de vivir en una zona tan sísmicamente ibrahimóvica -es decir, inerte- como Nueva Inglaterra.

Falla que el desarrollo humano ha llegado a unos límites tales que, hoy en día, todo está interconectado de tal forma que la más mínima alteración sobre las condiciones normales previstas es capaz de generar un caos inmenso; la economía global, el capitalismo brutal, han tendido tantísimos hilos para movernos a todas sus marionetas a su antojo que cualquier situación inesperada que roce uno de esos hilos hace que tiemble todo el sistema, sumiéndolo metódicamente en el caos. Y la red es hoy tan intrincada que esto resulta inevitable, y el hecho de que un volcán erupcione en medio del océano detiene a toda Europa; y el que una sarta de cabrones jueguen al Monopoly en un despacho de Nueva York te puede dejar a tí, que trabajas en una obra en Cidamón, en la puta calle.

La unica solución sería involucionar, poner freno al capitalismo salvaje y el desarrollo que éste impone. Vivir un poco más despacio. Los que mandan, desde luego, no lo quieren, pero nosotros, ¿estamos dispuestos a ello? Me temo que tampoco.

martes, 25 de mayo de 2010

Tuputamadreenalmíbarjökull (I)

Obviamente, lo de arriba no es el verdadero nombre del angelito, que en realidad se llama Eyjafjallajökull, pero podrían haberlo bautizado Ujasdkjakjbewgasasdjökull; daría lo mismo, porque al final todo el mundo lo llamará, simplemente, El Volcán Islandés.

El amigo Eyja -me niego a llamarlo 'el volcán islandés', como si sólo hubiera uno, cuando esta isla es uno de los puntos con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo-, gracias al lanzamiento de miles de toneladas de cenizas a la atmósfera, ha logrado detener el tráfico aéreo provocando, entre otras cosas, que el Barça no haya podido repetir título de Champions. Porque, ¿alguien duda que de haber viajado a Italia en avión los culés habrían eliminado al Inter? Juas. No, venga, ahora en serio, que aquí a lo que odiamos es al Madrid.

El caso es que una remota erupción, combinada con la maliciosa dirección de los vientos atlánticos, llenó durante una semana los cielos europeos de ceniza, colapsando los aeropuertos del viejo continente, incluso aquellos sobre cuyas pistas el sol brillaba radiante ya que, en muchos casos, ls condiciones climáticas permitían el despegue, pero no el futuro aterrizaje, o al revés.

Las compañías aéreas corrieron a Papá Estado a mendigar ayudas para paliar los "miles de millones de euros que habían perdido a causa de la nube volcánica." Para empezar, debería dejarse claro que no ganar es muy distinto a perder. Una vez sentado este planteamiento -que puede parecer muy lógico, pero que algunos no terminan de comprender, o no quieren comprender-, la petición de ayudas estatales por parte de unos señores que, indirectamente, admiten levantarse varios miles de millones de euros cada semana, es simplemente vergonzoso.

Pero bueno, si cuela cuela. Ya lo hiceron las cajas de ahorro, por qué no lo van a hacer las compañías aéreas. Al fin y al cabo, estamos en la era del consumismo libertario, del socialismo para millonarios.

Dinero aparte, servidor obtiene en claro tras esta crisis que los servicios de información periodística nadan en una estupidez tan sólo comparable con su propia autocomplacencia. Son idiotas, muy idiotas, pero aún así se creen en cuarto poder, y se retroalimentan partiendo de esa creencia, haciéndonos creer a los demás que tienen poder por el mero hecho de que ellos dicen tener ese poder, lo cual a nosotros nos hace ver que tiene poder.

Sencillo, ¿verdad? No, para nada. Es más, probablemente el párrafo anterior sea el más carente de sentido en la historia de internet. Y eso, tendiendo en cuenta que hay gente como Ana Obregón que tiene su propia página web, es una afirmación bastante tajante.

Lo que quiero decir es que basta con mirar un mapa de Islandia para ver que todos los volcanes tienen, curiosamente, la misma terminación en sus nombres: 'jökull'. Hostias, qué coincidencia, qué poca imaginación estos islandeses. Bueno, ¿no será que esa desinencia/sufijo/lo que sea -no soy lingüista, bastante tengo con saber pronunciar todas las letras- viene a significar algo común, un nombre propio, quizá volcán?

Bueno, pues no es volcán; jökull es glaciar en islandés, pero para el caso, da lo mismo. Como puede saber todo aquel que de pequeño leyera Viaje al centro de la Tierra, tenga acceso a whiskypedia, o posea una capacidad de atención equiparable a la de JJ Santos en los ciento diez metros vallas (algo pequeñito, uououo), se trata de una palabra añadida, por lo que el nombre propio del amiguito nórdico es Eyjafjalla, sin más.

Han sido incapaces de observar esto, y han sido incapaces de aprender a pronunciar el nombre correctamente, así que, doctores tiene la Iglesia y cojonazos el caballo de Espartero y los redactores de informativos, han decidido llamarlo, simplemente El Volcán Islandés, haciendo alarde de una estupidez supina que me indigna -cada uno se pica por lo que quiere, si en Bilis fuimos capaces de exaltarnos porque la hija tonta del Rey no vaya a ser nuestra reina, por qué no por esto- aún más que toda la cara dura de las compañías aéreas.

lunes, 17 de mayo de 2010

Los piratas del Elba

Seguimos en Hamburgo.

Es curioso, pero es la segunda entrada consecutiva de Bilis en la ciudad hanseática, hito que hasta ahora no se había dado en este su blog, el único lugar en el que, a pesar de estar ustedes en disposición de llamar de todo al dueño, jamás se recibe comentario alguno. (Afectuosos saludos para todos aquellos que sí comentan, en especial a los que lo hacen para faltarme al respeto.)

Además, si tenemos en cuenta la notable participación de la cervecería Ratskeller en la tercera edición de Cagaderos con encanto, ya son tres las visitas de este bílico blog al país de Torsten en lo que va de mes. Deutschland ist unterschiedlich.

El caso es que volvemos de nuevo para allí arriba, y esta vez es para algo mucho más alegre que para constatar que Manolo Lama es el hijo de puta más grande de España - y parte del extranjero-.

El Sankt Pauli, que este año celebra su centenario, ha aprovechado la ocasión para sumar un festejo más a tan gozosa fecha: el ascenso a la Bundesliga.

Lo hizo la semana pasada, asegurándose la segunda plaza de la segunda división alemana -se llame ésta como se llame, probablemente Adelänten Liga-, lo que le dará derecho a luchar el año que viene contra los clubes más poderosos de Alemania y, quién sabe, quizás poder abordar el trasatlántico del campeón de Europa -si a los bávaros les da por cargarse al Inter, sin duda el equipo más asqueroso al norte de los Pirineos-, repitiendo gestas como la del año 2002.

¿Qué pasó en 2002?, preguntarán ustedes, ingenuos lectores que frecuentan Bilis en busca de un poco de odio hacia el alcalde de su pueblo y, en su lugar, se topan con una loa al equipo del barrio portuario de una fría ciudad alemana. Pues que el Sankt Pauli le ganó 2-1 al Bayern München cuando los bávaros, recientes campeones por aquel entonces de la Intercontinental, visitaron el Millerntor Stadion.

¿Cómo celebrar tan magno éxito? Pues plantando en la entrada del campo un enorme letrero a modo de bienvenida con la leyenda 'Vencedores del campeón del mundo de clubes' que, merced a esa chistosa costumbre alemana de unir las palabras sin espacios hasta que el hablante comience a echar en falta el oxígeno, tenía unos doce millones de letras seguidas que ahora, obviamente, soy incapaz de reproducir aquí.

Gugleen
un rato, seguro que por ahí anda. No en vano, somos unos cuantos los frikis que seguimos a los chicos del trikot marrón caca y la bandera pirata. Lo que ya no sé es cuántos apoyarán, además, a los Reds, a los católicos de Glasgow o al extinto Club Deportivo Logroñés. Hasta ahí quizás sólo llegue yo.

Como pueden ver, se trata de un club peculiar, que se llama a sí mismo los piratas del Elba, y a su campo, el burdel de la liga. Ésos son algunos de tantos detalles que hacen distinto a este club, abiertamente declarado antifascista, antiracista y antihomófobo; que cuenta en sus gradas con la mayor presencia de padres con hijos, entremezclados con prostitutas del barrio, de todo el fútbol alemán; que está hermanado con el mítico Celtic de Glasgow, que es un club irlandés que juega en Escocia, porque los hijos de Éire nacemos donde queremos; que entra al césped bajo los tañidos del Hell's Bells de AC/DC; que tiene un par de tibias y una calavera como enseña semioficial -u oficial del todo-; y cuyo campo se parece tanto a las Gaunas Viejas un día de chupinazo que pone la piel de gallina.

Además, el presidente del club no sólo es gay, sino que lo declara abiertamente sin tapujos -¿Por qué los iba a tener? ¿Acaso veinte millones de españoles no se prestan voluntarios para ir a un colegio electoral y legitimar así que trescientos payasos les den bien por el culo los cuatro años siguientes? Pues este hombre, con más razón.- y se saca unas fotos tan sórdidas que sólo pueden ser superadas si les decimos que el del tanga del cerdito es el portero y estrella del equipo.

No sé el tipo de relación que tendrán con el club grande de la ciudad, el Hamburgo SV, pero como el año que viene habrá derbi, yo ya tengo otra razón para desear que pierdan los chicos del escudo más cutre del mundo -además de por raptar a Kevin Keegan de Anfield en los ochenta-. ¿Y a ustedes, mis queridos productores de estiércol, les hacía falta algo más humorístico para decidir quién quieren que gane la Bundesliga 2011? Pues eso, que ¡Forza Sankt Pauli!

jueves, 13 de mayo de 2010

El tío más mierda de España

Lo peor de creerte gracioso sin serlo es tener a alguien que te ría las gracias. Lo peor de ser un hijo de la grandísima puta es creer tú mismo que eres gracioso.

Para ver qué mosca le pica hoy al señor Bilis, tan sólo deben ustedes ver esto.

Hace un tiempo, el señor Javier Clemente, conocido mundialmente por su buen talante y su continencia verbal, tuvo a bien decir algo así como "Lama tuvo un accidente de tráfico hace unos años... igual a Clemente le hubiese venido bien que se habría matado". El revuelo que se montó, pueden ustedes imaginárselo, no fue pequeño. Con ese estilo tan suyo que tienen en la secta de Prisa -golpe duro en la SER; fina ironía cargada de falta de respeto en Cuatro, la cadena en la que los telediarios se podrían presentar con una nariz roja y zapatos de ocho talls más-, a Clemente le cayeron por todas partes; hasta en el cielo de la boca le dieron al de Barakaldo.

Obviamente, donde más le dieron fue en la SER, el brazo armado y radiofónico de Prisa, donde las proclamas de De la Morena, un paleto capaz de espetar ante una audiencia de millón y medio de personas que, por poner un ejemplo entre muchos, Jamaica está en África; y después se queda tan ancho, regocijándose en su ingente poder, tan sólo comparable con su enorme estupidez.

He de decir que Clemente no es para nada santo de mi devoción, y eso que el de Barakaldo, con su hiriente ironía y su exacerbado antimadridismo (Dios mío qué humor que este Satanás del merenguismo sea ahora el último clavo ardiendo al que toda la escoria perodística blanca debe agarrarse para ganar la Liga...) comparte profundos sentimientos con servidor. Quizás sea porque su decisión de apartar a Míchel de la selección fue la causa primigénea de que el '8' empezara comentando los partidos del Mundial de Estados Unidos, le cogiera el gustillo y continuará durante años y años maltratando mis escasas neuronas con su ridícula verborrea en las retransmisiones de Champions.

Las palabras de Clemente me parecieron fuera de lugar -hoy, obviamente, pondría dinero para que fueran rigurosamente proféticas y Lama se hostiase contra un pino la próxima vez que se ponga él sólito al volante-, pero ya les digo que no soy muy adicto al Rubio, a pesar de que, en tiempos, siempre fui más de García que del mentado De la Morena, vayan ustedes a saber por qué. Quizás porque de García podías esperarte cualquier cosa, excepto que se riese de un pobre mendigo. El Butano, en su enfermiza visión del mundo, tenía la decendia de apuntar hacia arriba, y soltar las hostias preferentemente hacia aquellos que estaban más alto que él. Un día apuntó a Florentino Pérez, ése Neocristo de la España del siglo XXI, y se quedó sin programa.

Y cuando el Butano se hundió, la SER se quedó sin competencia, y no sólo el Bizco de Brunete acaparó la fama que buscaba nuevos dueños. Muchos de los chicos de su equipo se fueron haciendo famosetes, hasta que al coño de camello de Manolo Lama le dieron un puesto en la tele. Y si la radio ya nubla el entendimiento y hace creer a los menguados de intelecto que su opinión es dogma de fe, qué no decir de la televisión. Ya eres famoso, conocen tu cara y no sólo tu voz, la gente te saluda por la calle, se hace fotos contigo y te dedica carteles cutres pintados con rotuladores sobre cartulinas.

La fama se comió a Los Manolos -no entraré a valorar la credibilidad que tiene Manu Carreño hablando de política o economía en un pretendido tono serio para, un minuto después, cambiarse al otro lado de la mesa para decir estupideces propias de la prensa rosa más chabacana y comentar videos de YouTube, ya tendrá Cuatro directivos que deberían juzgar eso- hasta el punto de que se creen impunes para decir y hacer lo que quieran; más aún después de salir impunes de allí donde flaqueó Supergarcía tras la entrevista más dura que haya recibido el Tito Floren.

Y hoy, con todos esos antecedentes y un idiota como Juanma Castaño en la mesa para reírle las gracias, Lama se permite ya hacer cosas como ésta: reírse de un pobre indigente que yace en una plaza de Hamburgo, y darle su asquerosa limosna en directo, para diversión de los miles de españolitos que disfrutan con sus soplapolleces.

Siento haber desviado la verborrea de esta entrada hacia otras cosas que no son la simple profusión de improperios contra este amasijo de excrementos, desvergonzado retrasado mental y patético bufón, a quien la fama se comió su dignidad, convirtiéndolo tan sólo en un mierda con un micrófono, que lleva Lama por apellido; pero era un buen momento para hablarles del amor que siento hacia el grupo Prisa.

De todas formas, si lo que buscan son insultos desmedidos, tan sólo deben volver a pinchar en el enlace de arriba; estoy seguro de que brotarán solos de sus bocas. Personalmente, y lo digo en serio, no tengo ánimos para volver a ver el vídeo, ni siquiera para hablar mucho más de él. Este despojo humano al que deseo todo lo peor en el resto de su -espero, corta- vida me ha revuelto las tripas.

Se lo juro por Dios y por Titín III, no habría cosa que me dejara mejor el cuerpo ahora mismo que ver cómo se cumplen, palabra por palabra, las macabras declaraciones de Clemente. Ojalá te mueras, Manolo Lama.

domingo, 9 de mayo de 2010

Cagaderos con encanto (III)

Ay, primo, ¿qué ha estado haciendo el payo Bilis todo este tiempo, que no nos escribe en el blog? Pues, entre otras cosas peores para el hígado que ésta, quedarse en el paro en el Día del trabajo. Porque yo lo valgo. Pero esa es una historia para otro día.

Hoy de lo que quiero hablarles es de caca; más concretamente de esos recintos para la libre expresión fecal que nos aguardan allende nuestras fronteras. Una de heces internacionales para todos ustedes, que se lo merecen.

Ratskeller Hausbrauerei

En medio de la plaza del Mercado de Darmstadt, la antigua capital del estado federal de Hesse, en Alemania; ocupando las dependencias de lo que antiguamente fuera el ayuntamiento (lo que le otorga un punto extra al concederle al visitande de sus aseos la posibilidad de cagar tan cerca del asiento del burgemeister), se alza la cervecería Ratskeller, también conocida con el nombre de arriba, que en cristiano viene a decir casa de fabricar cervezas Ratskeller, que a su vez es algo así como bodega del ayuntamiento.

Y es que, señoras y señores, allí la cerveza que te sirven sus camareros portugueses (y sin chándal, ¡olé!), la han fabricado ellos mismos, de manera que te puedes poner tibio a birra casera antes de subir por su escalera de caracol hasta la planta superior y plantar una grosse kagaden en su asombrosamente limpio excusado.

Es lo que tiene la civilización, que la gente mea dentro y se limpia las manos, para posteriormente secarse con el papel que te distribuye una amable máquina cuando detecta que acercas tus manos húmedas a través de una célula fotoeléctrica.

Díganme qué puntuación puedo dar a un lugar tal que te obliga a bajar a la carrera unos cuarenta empinados y enroscados peldaños con un litro de espesa cerveza casera en el cerebelo para hacer saber a la muchachada, con gran entusiasmo, que la máquina te da papel con la misma tecnología con que aquí abrimos las puertas del Eroski.

Por cierto, ¿cómo abrirán, siguiendo este simple silogismo, allí sus puertas de supermercado? ¿Con la tecnología de nuestros aviones de combate o del patinete de Marichalar? Piensen en ello.

Pues eso: notable alto, altísimo, que sería sobresaliente si no tuviera en cuenta la cantidad de tipos que se habrán dejado los morros al volver de descargar escaleras arriba.

Valoración final: 8 puntos.

Eurodisney

Lo mejor que se puede hacer en la cuna de la correción política, el buenrollismo, la amistad y todo eso, es dejar escapar un buen chorongo. Si además, la composición química de la plasta es fundamentalmente lo que puedas comer allí, es decir, MacMierdas y Nuggets de estiércol, todo contribuye a la sana experiencia de acabar con el mito.

Lamentablemente, el papel no lleva la cara del pato Donald y el suelo está algo sucio. Algo, nada más. Pero es la prueba feaciente para demostrar que no existen los cuentos de hadas: incluso en el reino Disney, la mierda huele (me comentan).

A cambio, por el hilo musical sólo suena música de la casa. Una cosa compensa la otra, la verdad. ¿Quién no ha soñado con plantar un pino al musical ritmo de Blancanieves?

"Venga Blanqui, ahí tienes a tu octavo compañero. es algo más grande que los demás... Y más morenito... Y se llama Morcillito... Pero estoy seguro de que le querrás tanto como a los otros, ¡no me vayas a ser racista a estas alturas!"

Pues eso, que limpieza habérla, háyla; pero que yo me lo imaginaba todo pulcro y refulgente, como en el baile final de La Bella y la Bestia. Y la cosa no es para tanto.

Además, si a un paso del cagadero tienes no menos de ocho gabachos montando jaleo, y cuando sales el papel de manos está tan esparcido que aquello parece el campo de Boca... lo dicho, que yo esperaba poder limpiarme el ojete con la alfombra de Aladín, y va a ser que no, pero no seremos demasiado estrictos, y tendremos en cuenta que es un lugar por donde pasan diariamente -como por la entrepirena de Tiger Woods- miles de personas.

Valoración final: siete puntos de puntuación objetiva, menos uno por incumplimiento de expectativas y menos otro por multitud gabacha exasperante, un 5.

El frontón de Oyón

Es cierto, no tiene el glamour de los dos anteriores, pero también se merece aparecer en esta sección. Al fin y al cabo, está tan el extranjero como los otros, ¿no? Al menos el gi-gan-tes-co mapa de Euscalerria que aparece en la pared exterior del susodicho recinto, eso pretende expresar. Tú no ser de aquí.

Váter pequeño, con tapa de la taza de plástico absurdamente poco consistente. Comodidad escasa, sin ser su limpieza precisamente impactante.

Si a eso se le añade que las ocasiones en que servidor hubo de frecuentarlo, a su alrededor se agolpaban, en unos escasos diez metros cuadrados, otros quince tipos dispuestos a ganar a la Oyonesa, las posibilidades de aprobar merman sustancialmente.

Por cierto, quién iba a pensar entonces que llegarían a salir en el puto Marca como único equipo invicto de España. (Lo cual, paradójicamente, debería excluir al lugar como cagadero internacional evaluado en esta entrada).

Valoración final, aún a riesgo de que defectos de forma no la hagan apta para esta clasificación: 4 puntos.