jueves, 24 de diciembre de 2009

Misa del Gallo

La misa del Gallo es la celebración eucarística con la que la Iglesia Católica -desconozco si otras ramas del cristianismo como los ortodoxos, los anglicanos, los testigos de Jehová o los adoradores de la séptima pokeball también la realizan- conmemoran el nacimiento de Jesucristo en la madrugada del 24 al 25 de diciembre del año primero antes de Cristo.

Puede que fuera en el 1 d.C., no lo sé. ¿Puede alguien nacer en un año previo a su nacimiento, a él mismo? ¿Puede nacer después? Ni puta idea, oiga, pregúntenselo al tipo que hace los calendarios, o a su amigo el que pone sobre ellos fotos de tetudas manchadas de grasa de camión.

Pues bien, dicha eucaristía se celebra en la medianoche, imagino que pretendiendo coincidir con el supuesto momento exacto en que nació el citado Jesús de Nazaret.

¿Que no saben quién es ése? Si, hombre. Cómo no van a saber. Era un señor que antes fue un niño, y hacía unos milagros muy chulos, en plan pajaritos de barro que cobran vida; o también hacía cosas en un templo y dejaba a los sacerdotes flipando, y puede que por eso o por otras cosas anduvo treinta años sin salir mucho hasta que le levantaron el castigo y se dedico a recorrer los pueblos intentando que la gente fuese buena con su prójimo y otras cosas muy de puta madre; pero que después unos cuantos cabrones lo clavaron a una estaca y, cuando lo descolgaron, vinieron otros tipos y, en nombre de sus palabras de amor se montaron un negocio very lucrativo, y mataron herejes en su nombre, y asaron mocetas en su nombre, y besaron banderas en su nombre; y así otras muchas putas mierdas en su nombre.

¿A que ya les suena más?

El caso es que esos tipos, los colegas que aferrados a la arcaica tradición han mantenido la rentabilidad de su negocio de hipocresía y tergiversación de uno de los mejores mensajes que se le pueden dar al ser humano ("sed buenos; sin más, sacos de estiércol"), pues han decidido que esta Nochebuena la Misa del Gallo de Roma, ésa que oficia el Papa, se adelante de la medianoche a las diez, porque el Santo Padre está viejuno.

Que si, que el primo Ratzinger tiene más años que la orilla del Ebro (joder, si estuvo en las baterías antiaéreas nazis en la Segunda Guerra Mundial -verídico- como buen convencido de la supremacía aria -esto ya no lo sé seguro-), pero si nos ponemos tontos con eso de que las tradiciones están para cumplirlas, respetarlas, y no mover ni una coma de ridículas costumbres con miles de años de historia, pues eso. Que ajo y agua, y que trasnoche Benedicto, ¿no les parece?

Esto de mantener ciertas tradiciones y mover otras a su antojo es, cuanto menos, sospechoso. Y si no, que no hubieran elegido un Papa tan viejo. Que los pongan treintañeros, que seguro que no les importa salir un rato del Vaticano de madrugada.

Hagamos uno de esos absurdos ejemplos que tanto nos gustan en Bilis, y traslademos este caso a algo que, aparentemente, no tenga nada que ver. Por ejemplo, el All Star Weekend. ¿Sorprendidos? De eso se trata.

Imaginen que escogemos para participar en el concurso de mates a unos tipos con cara de rata, flacuchos, de metro cuareta máximo, gafas de pasta e incipiente bigote. Lo que vienen siendo unos pringaos muy serios. Además, serían unos putos blanquitos. Lamenteibol, vamos. Y después, viendo que los caras de culo que hemos escogido son incapaces de hacer un mate porque no levantan un palmo del suelo, bajamos la altura de las canastas.

Vamos hombre, no me jodas. ¡Para eso pillas unos negratas de dos metros y te sale todo de puta madre!

Pues esto, más o menos igual. Si el Papa tiene que hacer viajes internacionales, eternas audiencias y misas de madrugada, ¡pon alguien cuya salud se lo vaya a permitir, copón!

Ahora me vendrán con la cosa de que al Papa y sus cardenales están elegidos por la intercesión del Espíritu Santo, es decir, que es la voluntad de Dios la que ha querido que Ratzinger sea la cabeza de su Iglesia y tal y cual. Ah, si, si. Que ya sabemos que los Reyes son los padres (los de Felipe, al menos), así que no vengan jodiendo.

Miren, en el caso de que Dios exista, podría ser tal y como nos explica el cristianismo -es decir, de forma humanoide, omnisciente, omipotente, omnívoro y tal-, o podría no serlo. Podría ser una langosta o un sapo con tupé, ¿no? Los celíferos o los batracios anuros también tienen su derecho a sentirse el centro de la Creación, creo yo. Pero bueno, poniéndonos en el caso de que Dios sea, y sea tal y como nos decían en catequesis, ¿piensan que elegiría a gente así?

Gente que condena el uso de avances científicos que permiten salvar vidas, gente que ha apoyado durante siglos la explotación de las clases más desfavorecidas por parte de un Poder del que ellos formaban parte esencial, gente... Pues va a ser que no. Si a los Papas los escogiera Dios a dedo, serían tipos buenos de verdad, como Ghandi, Vicente Ferrer, o Iniesta.

Así que venga, déjense de chorradas, y si queremos ser los guardianes de la tradición y las costumbres antiguas, pues vale. Pero para todo y para todos. No para lo que me conviene, carne; y para lo que no, pescado.

Yo particularmente estoy hasta los cojones de hipócritas que dicen blanco y hacen negro, y aunque esto es sólo un ejemplo bastante banal -no lo es tanto el caso del nuevo obispo de San Sebastián, pero ya habrá tiempo para hablar de Rouco, del Komando Sotana y de María Martillo-, sirve perfectamente para demostrar de qué están plagaditas las altas esferas de la Iglesia Católica.

Y nada más. Hasta aquí llega el programa de hoy. Con esta parrafada que, más que probablemente, se la sude mucho pero que mucho, acaba el año de Bilis. Yo me despido deseándoles, como ya hice hará ahora un año, Meni Crijmas, caras de concha.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Winter is coming!

Tras el otoño más caluroso que recuerdo, con temperaturas que han rondado los veinte grados durante muchos días del mes de noviembre, al fin una ola de frío siberiano (como el golfista) ha llegado a la península.

Nieve y heladas, temperaturas espantosas de hasta ocho grados bajo cero en el valle que sugieren que es mejor ni pensar cuánto habrá descendido el mercurio en la sierra, nos recuerdan lo que está por venir: Se Acerca el Invierno.

¿Y a qué vienen las mayúsculas? Pues a que ése es precisamente el lema de la Casa que nos introducirá en el mundo fantástico de Poniente, un continente imaginario en que (mayoritariamente) transcurre la acción de Canción de hielo y fuego, nuestro bílico tema de hoy.

Bien saben ustedes lo comedido de mis afirmaciones; que siempre me paró a contar (al menos hasta uno, como Cassano) antes de actuar, y que jamás me doy al extremismo. Por eso han de creerme cuando afirmo que estamos ante la mejor obra de la historia de la literatura universal. Y me quedo tan ancho.

¡Aaaagg! ¡Blasfemia! ¿Pero qué dice este idiota? Pues lo que oye, señora. Que La Odisea, Oliver Twist, La Metamorfosis, El Conde de Montecristo, Fausto o Teo en la narcosala están muy bien, pero Canción de hielo y fuego los adelanta a todos por la izquierda. Y después les espera, les vuelve a adelantar y les orina en el salpicadero.

La Casa de la que les hablaba, los de que viene el invierno (¡miedito!), son los Stark: nobles, leales, justos... y lucharán, a grosso modo, contra los Lannister (pérfidos, poderosos, malévolos, incluso incestuosos, como se revela en la propia reseña del libro) en una evocación de la Guerra de las Rosas inglesa que, y hasta aquí puedo leer, sólo se parece a ese conflicto en el ambiente general, porque, una vez que las líneas empiezan a sucederse, los acontecimientos adquieren un vértigo narrativo que es imposible que hubiesen protagonizado dinastías de aburridos ingleses en el siglo quince.

No es, por tanto, el típico libro libro de literatura fantástica, mágico y predecible como tantos. Me he limitado a leer el original y desconozco nada de todo cuanto haya podido ser escrito tras la inspiración o burdo calco de Tolkien, pero háganme caso, Bilis jamás les recomendaría escoria alguna. (Ni votar, ni ver jugar al Atlético de Madrid, ni libros de mierda.)

Lo dicho, intrigas políticas a punta pala que se completan con la asombrosa creación de un descomunal muro al norte del continente (el de Adriano a su lado es un bordillo), usado para separar los reinos de los hombres de los pueblos salvajes y los Otros -malignos espectros helados, cuya existencia o no se pierde en la leyenda (como Guti, vamos)-.

Díganme una cosa: ¿Qué pasaría si en medio de una guerra civil inglesa se van introduciendo sutilmente templarios, mongoles, vikingos, convencionalismos cristianos, religiones paganas, sectas mahometanas, y todo ello se cubre con un aura de magia creciente que insta a pensar en que todo va a acabar peor que un Puerto Urraco protagonizado por Gandalf y Saruman?

El resultado podría ser una puta mierda como el sombrero del Septón Supremo, o la mejor novela fantástica de todos los tiempos (he bajado un poco el pistón diciendo únicamente fantástica, y es que hay que hay que tener en cuenta a Fray Perico y su borrico). Y, afortunadamente, es lo segundo.

Que me perdonen los fans de El Señor de los Anillos, entre los que me incluyo. Pero en el universo tolkiano, lo malo era malo, lo bueno era bueno, y Samsagaz Gamyi era un mariquita oculto en un armario-hobbit. Aquí, como en la vida real, nadie es bueno ni malo del todo y, ojo al dato señora que estamos que lo tiramos, nadie está exento de que le pase cualquier cosa. Incluso, cómo no, la inevitable cita con la Parca.

No se me encapriche del personal, que al Gordo Martin le cuesta menos que comerse un kilo de nachos viendo la NFL cargarse a su favorito y dejarle a usted con una cara de "la cabeza me quiten y me pongan la del Pato Lucas, que lo ha matado, el muy cabrón".

Así pues, encarecidamente les ruego que lean Canción de hielo y fuego, una obra repleta de intrigas políticas, batallas, acertijos ocultos, sexo, droga, rocanrol (rocanrol del medievo, pero rocanrol al fin y al cabo, o ya me dirán ustedes que no les pega ver a Iron Maiden versioneando Las lluvias de Castemere...) y, sobre todo, muchas, muchísimas frases míticas jalonando lugares y escenas donde la magia está regresando y cada detalle es un genial invento el demonio. Un demonio de más de cien kilos de maldad llamado George R.R. Martin que hasta en el nombre parece haber nacido para esto.

Me juego con ustedes los huevos de Dannaerys Targaryen a que, si empiezan a leerlo y su capacidad intelectual es superior a la de un lamelibranquio medio como el que se jalarán en próximos banquetes navideños, una vez alcanzado el cuarto o quinto capítulo, les será muy difícil dejarlo. Si llegan a la página noventa -donde culminará el primer capítulo de la serie que la HBO está preparando-, les resultará imposible.

No hay mejor antídoto para evadirse de de la suegra, del cuñado pesado, del primo de Bilbao o del sobrino listillo, que este tochazo inacabado entre manos. Léanlo al calor de un brasero con un copazo en la mano, y suya será la canción de hielo y fuego.

Que lo sepan, se acerca el invierno.

martes, 15 de diciembre de 2009

Forza Massimo!

Se llama Massimo Tartaglia y es el resultado de unir en un transmutador del continuo a todos los héroes de la historia de la humanidad, desde Braveheart hasta El Zorro, pasando por Espartaco (el torero no; el que interpretaba Kirk Dúglas, el padre de Maikel Dáglas) y Robin Hood con Doraemon, el Cojo Mantecas y el tipo que le lanzó un zapato a Bush; todo ello bajo los estrictos criterios de calidad y orientación político-filosófica de, por ejemplo, este blog.

Pues el amigo Massimo, que desde el pasado domingo día trece ha ascendido a los altares de mi Iglesia de los Sagrados Fluídos Páncreáticos y la Santísima Venganza, y gracias a ello oficia ya como santo patrón de Bilis, la chispa de la vida, es hoy nuestro protagonista.

Porque él lo vale.

Ya hera ora; ya está bien de a los malos de verdad nunca llega a pasarles algo malo de verdad. ¿Me siguen? Porque Franco murió en la cama; Hitler tuvo el lujo de suicidarse; el zapato que debía haber impactado en George Retraseitor Bush fue ágilmente esquivado por éste; Aznar se ha afeitado el bigote, dejando patente que no existe el supesto navajazo que le dieron en Logroño, y que la razón de ser de su mostacho era tan sólo que Ana Botella pudiera distinguirle de su hija Ana; e incluso lo de la paliza a Ramoncín en Alberite cuando se creía punk y orinó desde el escenario en la plaza del pueblo, parece más una leyenda urbana que otra cosa.

Solo un malo malísimo recibió su merecido, como en las pelis buenas. Al amigo Benito Mussolini los partisanos le llenaron las tripas de plomo contra una tapia, le ataron de una cuerda, le arrastraron por Milán, como si fuera el circuito del final del Giro del 45, y, con las mismas, le colgaron de la marquesina de una gasolinera.

Y también fue en Italia, desde luego. Estos espaguetis saben lo que se hacen; no en vano, el tipo de la mitra que tiene contacto directo con Dios ha decidido instalarse entre ellos. Por algo será.

Así que, cuando servidor se entera de que a la salida de un mitin un tipo se ha acercado a don Silvio con una réplica de la Catedral de Milán (para que luego sigan riéndole las gracias a Marylin Manson. ¡Que el gótico es peligrosísimo!) en la mano y le ha estampado doscientos gramitos de compacto yeso en la cara, sólo he acertado a pensar...¿habrá seguido este ínclito personaje al pie de la letra la ya mítica teoría de Las Tres Piedras?

Eso, amigos, nunca lo sabremos. Lo que sí que conocemos son los resultados de la jugada. Ojo al dato. Minuto y marcador en San Siro, Jose Francisco:

Un diente roto. Olé. Otro diente roto, y van dos. Olé y olé. Una herida interna en el labio. Ni tan mal. Una herida externa, también en el labio, con su consiguiente hilillo de sangre. Eso esta mejor, por lo menos que se vea, ¿no? Y para rematar la jugada una imaginativa fractura del tabique nasal que, no sólo encumbra la punteria del señor Tartaglia, sino que dará a Berlusconi una excusa para pasar por el quirófano por vigesimocuarta vez.

Gran corrida en la Monumental, compañeros. Dos orejas y el rabo para el maestro Tavaglia.

En fin, que tras las risas y el regocijo que produce ver como a un cabrón le dan por fin (una mínima parte de) su merecido, la cosa acaba con Berlusconi en el hospital, media Italia encantada y la otra media (bastante más de media en realidad) furibundamente indignada, y el agresor detenido, para posteriormente diagnosticarle una enfermedad mental y enchironarlo en un psiquiátrico.

Puede que Tartaglia esté como una regadera, pero, sinceramente, creo que el hecho de atizarle al sucio fascista mafioso putero ladrón corrupto de Berlusconi un mandoble con una réplica del Duomo y mandarle los empastes a la Vía Apia es uno de los actos más lúcidos que he visto jamás.

Quizás los locos son los otros, esos que han saltado como fieras a defender a Il Cavaliere o, mucho más aún, los millones que llevan años dándole su voto. Aunque locos, lo que se dice locos... no sé yo. Más bien tontos del culo.

Si ya lo decía el primo Machado (sí, aparte de al Fary, también conozco a otros grandes de la cultura española) cuando escribió aquello de 'El loco'.

No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota.

De idiotas como tú, Silvio; y como todos los que te votan.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El usuario de 'Ibercaja' que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

¿En qué se gastarían ustedes doscientos euracos? Piensen amigos, piensen.

Con two hundred talegos ustedes podrían, en función de sus gustos y aficiones, de sus pertenencias y necesidades, de sus filias y sus fobias, facer grande cantidad de cosas fermosas.

Podrían comprarse un disco duro externo de ochocientos gigabercios; un par de palés de tintorro de cartón a razón de dos centenares de cajas por palé; tres gramos largos de polvo colombiano; la discografía completa de Eskorbuto edición platinum en un lujoso estuche con réplicas de sus jeringuillas e incluyendo su mítico dueto con Chenoa (jajaja, ni de palo, ya no compra discos ni Dios, jódete Ramoncín); media cama Restform a abonar en cómodos plazos o pagarse las visitas de un mes a una casa de putas.

O quién sabe, incluso puede que se compraran ropa, comida, o algo menos exótico.

Bien, pues una vez puestos en antecedentes, al loro, que dijo Lapuerta, porque ésto (como las miniseries/maxipelículas con las que una yunta de guionistas corruptos por Lucifer han decidido hundir la vida de los ilusos que han puesto sus retinas en las sobremesas sabatino-dominicales de Antena 3 -¡cambiad de canal, insensatos!-) es una historia real:

Érase que se era, en el valle medio del Ebro, un hombre. Dicho hombre, ingeniero de vocación y estudiante de ¿profesión? encontró trabajo en la tercera gran ciudad de esta región de viñas, pueblerinos, niños blasfemantes y alcachofas y alli que se fue. Tras unos meses en el curro, decidió alquilarse una casa en su localidad de trabajo, para poder economizar algo de gasolina y tiempo, e invertir lo resultante de tales ahorros en sobar más por las mañanas y salir más por las noches.

Pero cuando esta historia de amor entre un cigoto ingenieril y su puesto laboral en lo más parecido a trabajar para los megacachondos, innovadores y comprometidos chicos de Google que se puede encontrar en La Ribera parecía ir viento en popa, la nave se hundió.

Todo comenzó cuando cuatro años antes unos diez millones de gilipollas decidieron poner al patán de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de esta nuestra patria... !Ah, no! Que Zetapé, como todos los demás mindundis, payasos y chupópteros que nos gobiernan no tienen ni voz ni voto en la macroeconomía que rige nuestras putas vidas. Bueno, pues entonces no sé cómo comenzó todo, el caso es que nuestro protagonista se vió de repente y por culpa de la tan manida crisis, sin comerlo ni beberlo, en la puta calle.

Poco antes había sacado una cantidad considerable de pasta de su cuenta de Ibercaja, y al no tener que pagar alquileres, decidió volver a ingresarlo.

De esta manera, sacó del calcetín sudado en que guardaba la pasta el mismo billete de doscientos euros -que, para serles sinceros, no sé ni qué color tienen, tristezas de un tipo pobre con un teclado- que le habían dado en la sucursal de Ibercaja y volvió a ese mismo lugar a reingresarlo en su cuenta.

Y entonces, y es aquí cuando ustedes no se creen lo que cuento, yo flipo cuando conozco el caso y nuestro protagonista desea fervientemente haber vivido en Puerto Urraco hace cosa de veinte años, en Ibercaja le dijeron que ese billete - el mismo que ellos le habían dado días antes, recuerden esto- era falso.

Cara de póker. ¿Dónde está la cámara?

La verdad es que la palabra indignación es la primera que me viene a la mente. Miento, es la segunda; la primera no es una palabra, más bien es una frase completa, "preparar un cristo que lo de Columbine iba a parecer una chiquillada", aproximadamente.

Y, para rematar la faena, después de unos minutos de tensa y lógica discusión con los tipos de la caja, cuando ya había logrado tener acceso al director de la oficina, éste, moderno Alí Babá, jefe de ladrones, hijo de una hiena, le espeta, con una sonrisa en la cara ante la desesperada pregunta de "¿y ahora qué hago?", "pues puedes ponértelo en un marco, por ejemplo".

Llegados a este momento, lo suyo sería una inconexa reiteración de epítetos, insultos y juramentos con en único objetivo de faltarles al respeto a los hijos de la gran puta de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, pero no lo haré.

En su lugar les pido, estimados lectores, que mediante sucintos comentarios muestren su opinión acerca de qué debería hacer nuestro protagonista. Estos ladrones con corbata y coches caros no sólo merecen que arranquemos nuestras escasas pertenencias de sus garras; además, a todos estos cabronazos les estaría bien una venganza tan horrenda e imaginativa que solo puede salir de las mentes de unos enfermos como ustedes, queridos consumidores de mis líquidos intestinales.

La idea de la cerilla y el bidón de gasolina, prestada por el payo Stieg Larsson, que no sabía como acabar sus novelas y se murió, ya me la he apropiado yo.

martes, 1 de diciembre de 2009

Ronceritis (making friends II)

Tengo un colega que hace la siguiente afirmación sobre Hitler. El primo Adolfito no tuvo culpa de nada. Sólo era un pobre loco al que setenta millones de gilipollas entregaron el país más poderoso de Europa para que él lo usara como su juguetito.

Pueden ustedes pensar que está un poco jodido de la cabeza, sí. Pero precisamente por eso es mi colega. Ya se sabe: Dios los cría y el Ayuntamiento los empadrona. Y si se paran a pensar, puede que no esté tan desencaminado. Si a cualquiera de ustedes, malditos enfermos, le dejan mañana la segunda economía mundial para que se eche unas risas haciendo y deshaciendo a su antojo, puede que no les diese por exterminar a millones de narigudos desprepuciados, pero me juego un huevo a que la preparaban parda.

Por todo eso, porque el mundo está lleno de locos dispuestos a pasar a la Historia como el más hijo de puta de cuantos humanos han hollado la Tierra y de gilipollas dispuestos a proporcionar a esos locos los medios para que los consigan, es de agradecer que Tomás Roncero sea un enfermo del Madrid en lugar de serlo de la raza aria. Y, sobre todo, que nadie le vaya a proporcionar la Luftwaffe para que nos someta a todos a su forofismo madridista.

Hace mucho, en mi libro de Física de COU, leí las palabras de un tipo afirmando que tendría muchos problemas en elegir al segundo científico más importante de la Historia, pero que no le cabía duda alguna con el primero, Newton. A mí, si me cuestionaran de igual manera en lo referente al espectro de periodistas españoles, podría encontrarme inmerso en un mar de dudas a la hora de elegir al segundo periodista español más repelente -Jiménez Losantos, Roberto Gómez, Urdaci o el Gordo que acompañaba al Calvo de la Fórmula1, se pegarían codazos por ese puesto-, pero en el número uno, nadie, y digo nadie, es ni será jamás rival para Tomás Roncero.

Hoy, cuando sólo han pasado un par de días desde que el Barça ganara a ese virus que produce la enfermedad del amigo Roncero, es un buen día para presentar a este individuo ante la estimada concurrencia de Bilis.

No sé cómo ha llegado, la cosa es que está aquí. Desconozco si goza o no de buena pluma -el pavo escribe en el As, y si ya el Marca produce gran repelencia, ése panfleto de Prisa no lo toco ni para limpiarme el ano con él-, pero su calidad periodística queda contrastada tan sólo con verle y/o escucharle en alguna tertulia deportiva.

En ese tipo de espectáculos deleznables, donde una sarta de tipejos compiten por ver quién defiende las tesis más idefendibles únicamente por pertenecer ésas a su equipo, al que sacan la cara contra viento y marea, haga éste lo que haga (esto no debería resultar extraño, ya que las tertulias periodísticas aparentemente serias siguen exactamente el mismo guión: lo mío bueno, lo tuyo caca), Tomás Roncero es siempre la estrella que más brilla.

No habla, aúlla. No argumenta, vomita palabras a una velocidad que sus musculos bucales, incapaces de moverse al ritmo con que su desquiciado cerebro proyecta su nazi-madridismo, no pueden asumir. Así, sus pensamientos se convierten en ininteligible verborrea que únicamente puede alcanzar algún sentido -mínimo- merced a sus continuas onomatopeyas, exclamaciones y risas forzadas.

No piensa, no razona; jamás medita ni reflexiona. Es la muestra viviente de la involución de la raza humana; un especímen que ha perdido totalmente su capacidad de raciocinio y se mueve regido por los impulsos más primitivos, retrocediendo hasta la época de las cavernas e incluso más allá. Su motivación no es la concecución de comida ni la búsqueda de seguridad para la manada, no. Ésos serían los argumentos que dirigirían el comportamiento de cualquier simio o protohomínido, pero a él le estan vetados. Roncero sólo busca herejes a los que convertir a su fé merengue. La Sagrada Orden de las Glorias Deportivas: el Real Mandril.

El único objetivo en la vida de este tipo es demostrar mediante ridículas teorías la superioridad absoluta del Real Madrid sobre todo y sobre todos. El Madrid es mejor que la ciencia, que el arte, que el ecologismo, que la cerveza, que el monoteísmo o el politeísmo, que la paz mundial, que la televisión, que la selva tropical o que un buen par de tetas; e indudablemente, el Madrid es en todo mejor que el Barça.

En el imaginario personal de este tipo, la palabra orgasmo viene ilustrada con una bomba de neutrones cayendo sobre el Nou Camp y reduciéndolo todo a cenizas.

Su nivel de profesionalidad y objetividad es fácilmente cuantificable: cualquiera entre cero y la puta mierda. Nada.

En España la raza periodística está fuertemente infectada por la estupidez y el servilismo, por no decir que abren la boca mucho y mal, apuntando siempre hacia el lado que les marca su bolsillo, o que tienen todos los traseros hechos a la medida de las pollas de sus jefes. Las motivaciones de los periodistas serios son más peligrosas y oscuras; pero las de los periolistos deportivos no han de ser menos censurables únicamente por lo estúpido de sus objetivos. (Al fin y al cabo, se pasan la existencia debatiendo acaloradamente sobre un mísero juego, como si en éso fuera la vida de alguien.)

Hay tipos impresentables de la talla de los señores Inda y Relaño, a la sazón directores del Marca y el As; gente como Quique Guasch, el tipo más bronceado del mundo al que el moreno ha debido penetrarle hasta el interior del cerebro para hacerle creer que está en posesión de la verdad y que puede hacer que todo aquel que se siente a menos de cuatro metros de él deba compartir su opinión solo por el hacho de que grita más que él, hermano; algunos pobres deficientes de los que hasta sus malditos compañeros hacen mofa y escarnio, como Manolete; analfabetos como José Ramón de la Morena; subiditos que se creen los más gallos del corral por dirigir una redacción que habla de tipos en calzoncillos corriendo por un prado como Abellán; o, directamente, idiotas como Roberto Gómez (perdonen, pero para éste no hay adjetivo definitorio que no conlleve la falta de respeto).

Todos ellos son capaces de convivir con la mentira constante con la misma naturalidad con que sus santas madres conviven con los treinta euros de rigor por un servicio de veinte minutos, pero se lo juro por mis muertos, yo que no soy para nada violento -sólo hace falta leer las cosas que publico en Bilis para darse cuenta de que soy lo más parecido a la tía abuela que les daba chocolate con galletas a los Osos Amorosos- me desquicio completamente cuando escucho al anormal de Roncero.

De entre todos los mierdasecas de este inmundo planeta que no tienen capacidad para hacer realmente el mal -como ya dije antes, los dioses son misericordiosos con la raza humana y no han querido que un tarado psicótico como Roncero haya tenido acceso a ningún puesto de poder que lo hiciera realmente peligroso-, es probable que Tomás Roncero sea al que más ganas me dan de meterle un azadonazo en la boca cada vez que la abre.

Háganme caso y quédense, tras esta sarta de amistosas declaraciones, con estas últimas palabras: si alguna vez se encuentran con Roncerdo, huyan. Es un tonto peligroso, y eso a mí me da mucho miedo.

martes, 24 de noviembre de 2009

Veintiún axiomas para el siglo XXI

1.- La Correción Política es la ley fundamental del funcionamiento del Universo. Newton, Kepler y demás gentuza que pretenda colocar, por ejemplo, a la Gravitación Universal por encima de esta Ley Suprema, serán considerados unos reaccionarios.

2.- La violencia es mala sólo en función de quien la practique. Si es un niño borracho, se llama vandalismo; si la hacen los malos, terrorismo; si la practica el Estado, se llama seguridad ciudadana; si la hacen los Estados Unidos se llama libertad, democracia, o Merry Christmas.

3.- El mal gusto en la ropa no va en función de la ropa en sí, sino de su precio. Así, un tipo abrigado con cartones es un mendigo, pero otro que atavía a doce bulímicas con plásticos, dejando al aire los pezones, es un diseñador contracultural.

4.- Un problema no es tal hasta que no nos lo diga la televisión. De esta forma, la muerte de mil pollos en Guadalajara es más preocupante que la de cien mil negros en donde quiera que vivan los negros.

5.- La Real Academia sacará a la venta un nuevo diccionario en el que fascismo es sinónimo de libertad, ultraderecha de democracia, e izquierda de conjunto vacío; mientras que la demagogia, la mentira y el asombroso hecho de tener la cara más dura que el hormigón, se pasarán a llamar política.

6.- Todas las minorías históricamente excluídas -mujeres, negros, moros, homosexuales, socios del Logroñés o vecinos de Cidamón- tienen derecho a participar en la toma de decisiones, siempre que piensen de la misma manera que las elites tradicionales que siempre han tomado esas decisiones.

7.- La experimentación genética ha convertido las águilas en gaviotas.

8.- Roca prepara un nuevo modelo de retrete diseñado para emitir señal televisiva con el objetivo de hacer la competencia a Panasonic, Telefunken y Sony, empeñados en utilizar sus productos para acumular mierda.

9.- Si pasas el día tumbado en un sofá, o practicando tus improductivas aficiones, o de farra por ahí con tus amigotes, y no tienes fuerza de voluntad ni para afeitarte y salir presentablemente a la calle, eres un maldito vago. Si haces exactamente eso, pero tu familia se enorgullece de su vetusta tradición y su rancio abolengo, eres un aristócrata envidiado. Si, además, sales en las monedas, eres un parásito admirable.

10.- Como música se entienden los trabajos de Beethoven, Mozart, los Beatles, Jimmy Hendrix o Manolo Kabezabolo. Incluso la llamada de un afilador. Lo que ponen en Los 40 puede considerarse, directamente, mierda. Lamentablemente, las radios decidieron hace años no volver a poner música jamás.

11.- La paradoja de predicar el amor mediante guerras, persecuciones, juicios, prohibiciones, filiaciones a dictaduras y/o condenas de inventos científicos sanitarios, mientras se condena la unión sexual de dos personas, solo puede darse en una realidad espacio-temporal paralela a la nuestra llamada Vaticano.

12.- Más Real Academia. Palabros nuevos: Autosecuestro. El primer paso hacia la pérdida de su libertad es el que le dirige a usted hacia una urna.

13.- Nadie, a no ser que fuera oficial nazi durante la Guerra Mundial, es tratado públicamente como una mala persona después de morir. Y a veces, ni eso.

14.- La principal función de la izquierda es defender el derecho de una madre a matar al fruto de su vientre. La principal función de la derecha es que ése fruto nazca para que pueda matarlo la policía.

15.- Unas elecciones tan sólo son válidas y legítimas si el ganador es quien quieren los que mandan.

16.- El alcohol es malo para la salud, pero sólo si se bebe en la calle tras haber sido comprado a un precio ridículo en una tienda de mierda. Si se consume en lujosas copas con más hielo que contenido en un bar de moda, el riesgo para la salud se convierte en reactivación de la economía e incremento de los ingresos impositivos. Lo mismo pasa con la marihuana, que es droga y está prohibida, mientras que mezclar tabaco con alquitrán esta subvencionado por el Estado.

17.- El siglo XX, como el propio nombre de esta entrada indica, ya ha pasado. (Perogrullada que es conveniente de ser recordada, sobre todo a algunas personas del Real Mandril.)

18.- Si roba usted una gallina, la policía le romperá las costillas y un juez le mandará a la cárcel. Si malversa usted varios millones de los fondos públicos, tiene el derecho de salir en la televisión vacilando al personal mientras su amigo el juez le cuenta cómo convenció a la policía para que le traiga otros cuatro rateros; todo esto con la misma naturalidad y profesionalidad con que sus madres hacen un servicio en el asiento trasero de un Seat Marbella.

19.- Si no puede calzarse unas botas y ponerse un buzo en su trabajo, eso no es un trabajo.

20.- Si pones a cuarenta millones de borregos a pastar en una finca de medio millón de metros cuadrados, pastoreados por unos cuantos payasos, el resultado recibe el nombre de España; si la finca y el número de borregos son unas cuantas veces mayores, recibe el nombre de Occidente.

21.- Cualquier gilipollas puede dar su opinión sobre cualquier tema, aun sin tener ni puta idea de lo que habla; estando una misma persona capacitada para hablar de deportes, cultura, medio ambiente, política y religión. La única salvedad a este axioma es que si eres un patán debes escribirlo en tu puto blog que nadie leerá jamás y arriesgarte a que te llamen imbécil, maldito retrasado o cosas peores -como mierdaseca o gasterópodo- en los comentarios; y si tienes la lengua dentro del culo de un político puedes pasarte la mañana en un debate y hacerte llamar tertuliano.

He dicho.

lunes, 16 de noviembre de 2009

¡A las barricadas!

La llamaron Ley Beckham, pero no consistía en limitar los tatuajes o en prohibir que el coeficiente mental de tu mujer sea inferior al del freno de mano de tu deportivo. No, la cosa va de impuestos.

La Ley viene de los lejanos tiempos en los que el Gobierno, además de mostrar públicamente su estupidez cada vez que uno de sus componentes abre la boca, salía a diario a la televisión ríendose del pueblo, insultando la inteligencia de la gente y crispando a un personal al que lo único que le faltaba, después de llegar a casa de currar sus ocho horas de mierda cobrando, era que le recordaran continuamente la imparable bonanza de la economía patria al tiempo que el españolito de a pie observaba, incrédulo, su sueldo de mierda.

Aznar y su ministro de economía -creo que Rato- decidieron bajar los impuestos a los extranjeros que, sin haber cotizado en este infecto nido de víboras con forma de piel de toro en los últimos diez años, vinieran a currar a nuestro país. Así, un españolito que cobre cualquier desorbitada cantidad que superase los doscientos mil euros, seguiría tributando el 43% de ésta, mientras que un extranjero sólo lo haría con el 24% durante los cinco primeros años de estancia en España.

Con esta medida se pretendía atraer a España a eminentes científicos, profesionales de reconocido prestigio o investigadores de renombre.

Bien, veamos. Así, a botepronto, yo a todo esto, que suena muy bonito, le veo un pequeño fallo. Desde el modesto punto de vista de un retrasado mental como servidor, la razón por la que a España no vienen eminencias científicas de fuera, o que si algún españolito resulta tener un coco privilegiado para la investigación ha de irse al extranjero, es porque aquí no se da el entorno adecuado para esas investigaciones. Que no hay medios, vamos. No hay laboratorios, ni centros de experimentación, ni nada que se le parezca que pueda considerarse puntero en el mundo.

Aquí hay chalés a medio metro de la playa; pero cosas científicas de un intenso blanco nuclear y un atronador silencio en sus pasillos, tanto que uno piensa al ver cruzar por allí a un paisano con bata, "hostias que listo tiene que ser ese pavo, currando en un sitio tan limpio y ordenado", eso va a ser que no.

El señor Pedro Duque, ilustre único miembro español de la NASA, un tipo que tiene pinta de afable e inteligente y que a mí -de la misma intuitiva forma en que odio a la mayoría de la población mundial aún sin conocerla- me cae bien, podría acogerse, tras diecisiete años currando en Alemania y Estados Unidos, a esta medida. Gracias a esta Ley cotizaría mucho menos de lo que sin duda paga ahora -en la mayoría de los países industrializados los baremos son similares a los españoles-, osea, que se ahorraría la mitad de sus impuestos, más o menos.

El problema está en que a un Ingeniero Aeronáutico con media de 10 en su carrera -pero del que Tomás Ariznavarreta, la muerte le pille cagando sin papel, no hubiese dudado en reírse en sus ridículas clases de fluidomecánica-, a un caballero que trabaja para la industria más tecnológicamente refinada que haya existido en la historia humana, un profesional de prestigio, un tipo que ha estado en el espacio dando vueltas en una nave (joder, que eso lo han hecho bien pocos, unos cuantos guiris, Han Solo, Doraemon y él), dudo yo que le apetezca dejar su empleo en Houston, por mucho que pague de impuestos, para venirse a mezclar la masa construyendo una macrourbanización en Oropesa.

En fin, creo que queda bastante claro que esta medida, sin centros de investigación acordes al nivel de los profesionales que se pretende reclutar, no vale para nada.

Pero, como este es el país de la picaresca y las ridículas consecuencias de las leyes instauradas por los políticos más tontos y caraduras del mundo (con permiso de Italia), en lugar de para atraer investigadores, esta Ley sirvió para que multimillonarios futbolistas profesionales dejaran de pagar miles de millones a las arcas públicas.

Siempre habrá idiotas -puede que jamás haya utilizado esta palabra en un entorno más adecuado- que defiendan que un ricachón en calzoncillos debe disfrutar de ventajas fiscales, pero creo que a la mayoría de la gente, esto le parecerá tan ridículo como a mí.

¿Qué aporta una estrella internacional de fútbol al desarrollo español? Nada, niet, nothing, una puta mierda como el sombrero de un picaor.

Sin embargo, al sinvergüenza de Cristóbal Montoro -que aparte de ser un gafoso calvo fascista hijodeputa, resulta que no tiene ni la característica principal que se le exige a todo político de este país, que no es otra que la de ser un excelente demagogo- no le gusta la nueva Ley.

Éste es un asunto cojonudo para quedar bien con los currantes, haciéndoles ver que se penaliza a las rentas más altas, pero el responsable de economía de la Falange, digo, del PP (¿este tipo controlaría las perras si gana el seseante Rajoy?), prefiere centrarse en el segundo punto de ineludible seguimiento para cualquier político español: todo lo que haga el rival está mal.

Pero no sólo ha sido Cristobalito. Hoy mismo Mariano Jarrai ha abierto su bocaza para mostrar su disconformidad ante la nueva medida, "a pesar de sabaer que su postura es antipopular".

Y, cómo no, teniendo a algunos de los políticos de su parte, los clubes no tardaron en poner el grito en el cielo y amenazar con un paron en la competición. Una huelga de fútbol. Como lo oyen.

La pregunta es ¿por qué los que amenazan con una huelga son los clubes y no los futbolistas extranjeros, supuestamente los perjudicados por esta modificación legal? Pues porque aquí el personal cobra en neto. En limpio, vamos.

El señor CR9, Kaká o Zlatan se acercan al Bernabeu o al Nou Camp en verano y le dicen al tito Floren o a Juan Lapuerta "Oye, que yo quiero mil doscientos millones de pesetas para mí; tú sabrás después lo que toca pagarle a Hacienda de eso, lo añades a mi ficha y tan amigos. Que no es por cobrar más, es que me lío con los porcentajes y esas cosas, yo siempre he sido más de irme de fiesta con Paris Hilton, o de pertenecer a Jesús, o de lo que quiera que haga el sueco en sus ratos libres, que de utilizar las matemáticas. Sobre todo si son en perjuicio mío".

Así que ya lo ven. El gobierno legisla por una vez en favor de las mismas arcas públicas que se empeñan en diezmar para poder perpetuarse en el poder; nuestra muy centrista oposición decide una vez más ponerse del lado de los ricos (aunque en esta ocasión no puedan obtener réditos políticos de beneficiar a tipos como CR9 o Ibrahimovic, lo harán por no perder la costumbre de ir a favor del rico); y a los mangantes que rigen los clubes no se les ocurre otra cosa que amenazar con una huelga.

¡A que os dejamos sin fútbol, payos! Y eso, en un país con el veinte por ciento de la población activa sin trabajo y la inmensa mayoría del otro ochenta con un curro que aborrecen, piensan que puede provocar una revuelta popular. Están tan acostumbrados a repartir opio al pueblo, que al final se pensarán que ese masivo seguimiento popular les otorga una fuerza imparable, y van a acabar llamando a la sublevación popular para que sus millonarios ingresos no mermen. Creyéndose la CNT, vamos.

Negras tormentas agitan los aires, leyes oscuras nos quieren joder. Aunque nos espere el dolor y la muerte, el domingo el fútbol os quedáis sin ver. Hala y que os den a todos por el culo, majos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Piratas del Índico

En un país destrozado por guerras azuzadas desde los países ricos; un país sin Estado, orden ni ley, su único recurso natural parece ser la pesca. Es algo obvio, ya que si en lugar de atunes, en Somalia hubiera petróleo, allí los blancos se habrían encargado de poner un títere para poder controlar a su antojo la extracción del oro negro.

Bien, pues en ese sitio, gobernado por tarados islamistas y señores de la guerra, han dado con un nuevo y lucrativo negocio: enviar a unos cuantos desgraciados con mucho más plomo en las manos que cerebro en la cabeza y miedo en el cuerpo a secuestrar atuneros europeos, para después pedir cuantiosos rescates.

Ya saben ustedes de qué les hablo. Los piratas secuestran el atunero vasco Alakrana. El Gobierno manda a una fragata, los militares capturan a dos de ellos, y los mandan a España para que los juzguen por terrorismo (?). Después, y en un alarde de inteligencia propio tan sólo de alguien que ha decidido consagrar su vida a defender la unidad de una patria de mierda con un fusil en la mano, los piratas sacan del atunero a tres marineros ante los mismísimos morros de la fragata de guerra que supuestamente estaba allí para vigilar el barco, los llevan a tierra y amenazan con cargárselos si no les devuelven a sus compis.

A nosotros los occidentales, que hemos nacido de la Revolución Francesa -que creemos que todos somos iguales y podemos elegir a nuestros gobernantes, entre otras mingadas- y hemos sido amamantados por el capitalismo neoliberalista -aquel que nos permite ascender en la escala social, aspirar a una vida mejor merced a unos ingresos superiores, o soñar con que, a pesar de haber nacido en una cabaña de chatarra, mañana puedes ser Presidente de algo; no me reíre demasiado después de esto último, que se me saltan los puntos de la fimosis-, no nos entra en la cabeza que hay otras partes del mundo en las que no impera nuestra forma de ver la vida y que, por suerte o por desgracia, aún existen muchos lugares en los que nuestra interpretación de lo justo, lo bueno, y lo legal les suena, como poco, extraña.

Y donde, por supuesto, conceptos como legalidad internacional, el personal se los pasa directamente por el forro de los cojones.

No es para menos, ya que lo ridículo sería que un puñado de negros (o chinorris, bereberes, apaches, o lo que sea) asumiera ahora felizmente las imposiciones legales de un mundo occidental y desarrollado que se ha dedicado desde siempre a aplastarles, esclavizarles y robarles todo cuanto han podido. Pues va a ser que no.

Pensar esto es de una candidez supina; algo sólo al alcance de primaveras como los que rigen este país. Gente como el juez Garzón, que debía pensar que, trayéndose para aquí a un par de piratas, no sólo iba a conseguir asustar a otros futuribles bucaneros de la mar índica, sino que los compañeros de estos dos apresados se iban a quedar de brazos cruzados. "Vaya, nos han cogido a dos colegas y los van a enchironar. Pobres Abu Willy y Mahmud Endongo García. Así es el juego, nos arriesgamos y ellos perdieron. Qué listos y demócratas son estos españoles."

Pues no. En respuesta lógica a esta ridícula actuación, los piratas han decidido subir el tono de sus amenazas, y de secuestrar un barco han pasado a amenazar directamente la vida de sus tripulantes. Si a esto se le añade que, como informan los marineros retenidos cuando los piratas interesadamente les dejan comunicarse con España, los secuestradores parecen andar cada vez más nerviosos y tiene la peligrosa costumbre de pasar el hastío del secuestro borrachos y drogándoseados en el barco, pues la cosa camina cada vez hacia una perspectiva peor.

Y es que, para saber la solución acertada para este caso, no es necesario ser ministro de nada, ni analista de nada, ni experto en absolutamente nada. Sólo hay que tener sentido común. Y seguirlo.

Y ese sentido común indica que la única salida es negociar con los piratas, darles lo que pidan y, el día de mañana, proteger de alguna manera a los barcos que vayan a faenar a esa zona. (O dejar de faenar allí, que, por cierto, creo que no pertenece a Europa. Así que no sé cuánto de legal y justo es esquilmar a cambio de una puta mierda pinchada en un palo los caladeros de un país paupérrimo que no cuenta con medios, ni ganas que tenemos, para explotarlos por ellos mismos.)

Todas estas labores corresponden a nuestros políticos, que no deberían escatimar ni un céntimo de euro y pagar a los piratas lo que pidan; total, siempre será una minucia comparado con lo que ya han pagado a otros piratas bastante más dañinos que éstos y que no tienen lanchas ni kalashnikovs, sino una sucursal en cada esquina de las calles del centro.

Pero claro, el día de mañana ningún pescador coruñés o bermeano les va a sufragar una campaña electoral -algunos incluso votarán a los independentistas, o pasarán de meter su libertad en un sobre y tirarla por un retrete con forma de urna, los cabrones-, así que es probable que los mentecatos que nos gobiernan no vean como objetivo primordial el estar a bien con cuatro decenas de familias trabajadoras.

Espero que la cosa acabe bien para los del Alakrana, y que el gobierno pague y suelte a Abu Simbel, o como coño se llame el cabrón que tienen en la cárcel y su compadre. Pero, si lo hacen, y esto lo tengo clarísimo, lo harán para que la opinión pública no se les eche encima por dejar a su suerte a cuarenta pescadores.

Y los de la oposición dirán que apoyan al Gobierno, porque queda muy bonito hacer un frente común y poder apuntarse después un tanto. Pero no lo harán por convicción, porque esos cuarenta trabajadores, como los otros cuarenta millones, no les importan una mierda. Es más, creo profundamente que, en su fuero interno, más de uno y más de dos en el PP estarían deseando que a los piratas se les aflojara de más el dedo del gatillo para tener alguna víctima que echar en cara al PSOE.

Pero vamos, esto son suposiciones mías que carecen de fundamento alguno, pues están basadas en la lejana observación de la actuación de nuestros amos y en las conclusiones extraídas de semejante proceder, ésto es, que son todos unos demagogos, unos aprovechados y unos grandísimos hijos de puta.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Cagaderos con encanto (I)

Pocas cosas habrá en este mundo capaces de igualar a todos los hombres. Podríamos recurrir al genio de Jorge Manrique, "...nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir; allá van los señoríos, derechos a se acabar y consumir. Allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos. Y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.", y mencionar la ineludible muerte. O acordarnos de donde hemos salido todos y citar al gran Chiquito de la Calzada con aquello de "nacer después de los dolores".

Pero yo, que ni soy poeta ni puedo compararme con el único tipo que puede convertir en gracioso al humor andaluz, he de aportar una tercera vía. No es otra que el evacuar, hacer de vientre, plantar un pino, el giñing time, mandarle un fax a Juancar, hacer negocios con el señor Roca. Cagar, vamos, y también trae, desde luego, cita poética. "Caga el Rey, caga el Papa, y de cagar nadie se escapa".

Y, una vez centrados en este tema que nos equipara a todos los humanos, he de mostrar mi indignación ante el oscuro vacío que esta sociedad capitalista nuestra, en la que parece que todo está inventado, ha dejado en esta campo.

Hay guías para todo y para todos, a gusto de cualquier consumidor: las hay de viajes, de restaurantes, de tiendas, de coches, de paradores, de estaciones de esquí, de catedrales, de ropa, de vinos... pero no existe una guía que detalle con minuciosidad las características que presentan los aseos que usted pueda encontrarse en esos mundos de Dios.

Para empezar, les adelantaré algunos de los principios básicos que deberá tener un cagadero para obtener una buena puntuación: limpieza, tranquilidad y temperatura agradable se dan por supuestas; también debe poseer una bomba de agua potente, capaz de mitigar con su llenado de cisterna los inevitables acordes de su particular Cabalgata de las Valkirias. Y por último, pero no menos importante, es necesaria una luz cálida y tenue, nada de focos con la misma intensidad y color que los del Camp Nou para dar mayores facilidades a los farloperos. Si quieren encontrar la cocaína sin dificultades, se compran ustedes un coche con retrovisor extraíble y se ponen las rayas en el espejito.

Aquí hemos venido a cagar. Para drogarse, hablen con Zarzuela.

Sentadas estas someras bases, bienvenidos a ésta su casa, donde la capacidad descriptiva y medio kilo de detrito orgánico propio aflojándo los esfínteres se dan la mano en gloriosa colaboración. Comenzamos.

La primera crítica defecaria que hayan visto en su vida la tienen a partir de ya aquí, en Bilis, la escatológica nota de alegría en sus lamentables existencias:

El Casino de Bañares

Cagadero de estilo años 40; es decir, metro cuadrado del mismo material que una bañera, blanco nuclear para lograr un mayor contraste visual, estriado en la zona más cercana a la entrada para favorecer su sujección y un único agujero en el suelo, tan negro como las mismas puertas del infierno. Por si esto fuera poco, por la ventana entra corriente.

Este tipo de váteres resultan peores incluso que hacerlo en el campo, donde siempre puedes encontrar un tronco caído en que recostarte. Y es que, la primera norma para conseguir una buena puntuación en esta guía, es que el cagadero ha de permitir, sí o sí, que el defecante pueda relajar las piernas.

No cabía esperar otro estilo en este recinto, pero, a pesar de tan negativo lugar para defecar, el lugar merece ser tenido en cuenta, ya que nos encontramos ante uno de los pocos lugares sobre la faz de la Tierra en el que conviven los últimos especímenes de riojalteñus auténticus, con sus gorras de John Deere -jondi en dialecto local- a la cabeza, su palillo en la boca, sus barajas en las manos, y sus cuartillos de tintorro peleón entre pecho y espalda.

Por si fuera poco, los nativos son contemplados desde las paredes por un televisor que emite partidos de pelota en la vasca, pósters de corridas de toros, y lo que hace único a este establecimiento, una serie de fotografías de todo tipo de personajes entre las que destaca (la cabeza me quiten y me pongan la de Esperanza Aguirre si miento) una de Francisco Franco junto a la de Ernesto 'el Ché' Guevara. Flípenlo.

Pero, como es la comodidad a la hora del descomer, y no la decoración lo que se valora, he aquí mi primera puntuación.

Valoración final: O puntos.

martes, 3 de noviembre de 2009

Gürtel

Algo que tiene el nombre que esta cosa tiene, que por si no lo saben ustedes es alemán y debe pronunciarse poniendo boca de 'U' y pronunciando 'I' -cosa intrínsecamente tan absurda como sentarse en la taza del váter, pillar postura de apretar mucho, y peinarse-, debe de ser complicado de explicar.

Pero como Bilis, queridos gasterópodos, es un servicio público como otro cualquiera, hoy les voy a contar quién es quién en el 'Caso Gürtel'. Que, también por si no lo sabían ustedes, significa correa en germano, como el apellido del diseñador de la trama. Unos cachondos estos jueces.

Iremos de abajo hacia arriba, comenzando en las bases y ascendiendo poco a poco hasta el nivel 1, las más altas cumbres del Partido Popular, para que todos ustedes puedan conocer la realidad de todos los implicados en esta trama.

Nivel 6: José Tomás, alias 'el Sastre'
Ni es torero ni es sastre; es un simple vendedor que se encargaba de proporcionar a los jerifaltes del PP valenciano los trajes, camisas y otras menudencias que recibían de empresarios tras favorecer a estos mediante recalificaciones de suelo, recalificaciones de techo o zumos de naranja.

Nivel 5: Álvaro Pérez, alias 'el Bigotes'
Totalmente inocente, este buen hombre se ha visto arrastrado a esta vorágine de corruptelas únicamente a causa de su aspecto. Porque tenga bigote de mafioso y cara de ladrón, vista trajes caros, fume los puros más grandes del mundo y se codee con la jet-set, no tiene porque dejar de ser un honrado trabajador español. Su aparición en la boda de Anita Aznar es sólo una luctuosa coincidencia.

Nivel 4: Ricardo Costa
Secretario general del PP en la Comunidad Valenciana. Todo un héroe. Después de montar todo el pollo, desde Génova le instaron a dimitir, pero el amigo, que no estaba por la labor de quedar como el pringao -o al menos como el único pringao- de la película aseguró que lo echaran si querían, pero que él no se iba por su voluntad ya que sólo recibía órdenes de una voz que tenía en la cabeza, que a veces le instaba a llenarse los bolsillos de pasta, otras a buscar una olla repleta de monedas de oro en el extremo de un arcoiris y, las menos, a matar a todos.
Finalmente la voz no resultó ser tal cosa, sino un teléfono móvil de última generación al cual le llamaba Rajoy para decirle dónde tenía que ingresar la choja. Lo de la olla era una broma de Rodrigo, por pasar el rato; cuando le instaban a matar a todos, el que le llamaba era Aznar, que realmente es un Nazgûl y odia a la raza de los hombres.
Gracias a este tipo sabemos que "en el PP la fiesta no acaba nunca". ¿Dejarán sacar vasos a la calle?

Nivel 3: Francisco Correa
Probablemente, el hombre más honrado del mundo -quizás tan sólo superado por Al Capone, Julián Muñoz, y el gordo de mierda que trataba de robar los genes de dinosaurios en Parque Jurásico -. Es del todo inocente, pero el juez creyó conveniente incluirle en el sumario porque así tenía la excusa perfecta para bautizar 'Gürtel' a la trama, que, como ya adelantamos, quiere decir correa en alemán y queda muy molón.

Nivel 2: Francisco Camps
Presidente de la Generalitat Valenciana. Bronceado. Nuevo líder de la ATP de dureza facial. Rediseñador de la escala de Mohs: cuarzo, feldespato, mica, topacio, corindón, diamante, jeta de Paco Caps. Obviamente, e igual que en el caso anterior, inocente total.

Nivel 1: Mariano Jarrai
Führer del Partido Popular de España. Sesea contantemente, más que una culebra. Único hombre capaz de perder dos veces seguidas las elecciones contra un retrasado mental del calibre de Jose Luis Rodríguez Zapatero, lo cual tiene gracia, ya que todos los votantes de España son tanto o más fascistas que él. En lo relativo al caso que nos ocupa, apenas sabía de la misa la media -como de la vida real en general-, lo que, para pena penita pena de Esperanza Aguirre, le exculpa de toda responsabilidad.

Nivel 0: Francisco Franco Bahamonde
Vive en el anonimato tras simular su fallecimiento en 1975, pese a lo cual aún es el líder supremo de la derecha hispana; tuvo un largo proceso de recuperación tras en enorme esfuerzo al que se vio sometido al pasar veinte horas inmóvil metido en una caja de pino mientras que miles de falangistas pasaban por delante de él. Desde entonces y por su culpa abobina del fascismo en particular y de la raza humana en general.
Para vengarse de la ultraderecha, se afilió a Eraman Elkoro -nombre que durante siete minutos recibió Herri Batasuna tras su vigésima ilegalización-, siendo durante unos meses concejal en Hernani. Después, para vengarse de los humanos, se sometió a un intensivo entrenamiento y consiguió una plaza en el juvenil del Real Madrid, desde donde fue escalando categorías y hoy tortura a la humanidad con su vomitivo juego bajo el seudónimo de Baúl González Blanco.

Aquí culmina mi brutal investigación sobre el 'Caso Gürtel'.

Espero que mi desinteresado trabajo les haya servido para comprender el intrincado desarrollo de esta trama.

Ningún animal o afiliado del PP fue maltratado durante el desarrollo de esta investigación. Tampoco ningún humano.

sábado, 24 de octubre de 2009

Prestigiosa Academia vende moto

Había ciertas cosas que uno sabe desde siempre que están amañadas. El festival de Eurovisión, las elecciones en Libia, las encuestas electorales de los periódicos de derechas (como Público o El País) y de ultraderechas (los demás), los resultados de los prácticas de Fluidomecánica, o todas las Copas de Europa anteriores a 1965.

Entre las que tenían un mínimo de solera y prestigio, y servidor creía que sus decisiones eran justas y respetables, se encontraban los premios Nobel. Hasta hace unos días.

Concretamente hasta que al jurado de dichos galardones le dió por conceder a Barack Husein Obama, a la sazón presidente electo de los Estados Unidos de América, negro más famoso del mundo después de Makelele y Emperador de la raza humana, el premio Nobel de la Paz por "su visión de un mundo sin armas nucleares".

Vamos, que a nuestro simpático Dios le conceden el Nobel porque le gustaría que no proliferaran las armas nucleares. El hecho de que él sea el presidente del país más nuclearizado del mundo y comandante en jefe del único ejército que las ha usado jamás en una guerra, carece de importancia. Aquí lo que cuenta es que el primo Obama no quiere que los moritos -que no son moros, son persas- de Irán tengan armamento atómico, ni que el puto enajenado que manda en Corea del Norte pueda seguir llenando la despensa de pepinos de uranio hasta el día en que le dé por jugar al Risk a lo bestia.

Pero el hecho de que los Yueséi sigan mejorando cada dia su capacidad armamentística; que apoyen, financien y estimulen el potencial nuclear israelí por un supuesto derecho a defenderse -de niños armados con piedras, sí, pero con muy buena puntería-; o que firmen acuerdos ridículos con los rusos porque a esos, el día que se les pire la patata, si que es para tenerlos miedo; todo eso, parece no tener la menor importancia. Aquí lo que cuenta es que Obama, en lugar de sapos por la boca como hacía su estúpido antecesor, exhorta buenas intenciones cada vez que saca la lengua a paseo.

Esto induce a dudar de muchas cosas. La primera, que si de palabras vacuas repletas de buenas intenciones se trata, su colega Zapatero puede llevarse todos los premios del mundo, tal es el buenrollismo que destila el muy mameluco.

La segunda, que vistos los estrictos criterios que impone la Academia, puede que Einstein únicamente deseara fervientemente desarrollar grandes teorías científicas; quizás Juan Ramón Jiménez sólo tuviera la intención de escribir geniales obras.

Y la tercera, pero no por ello menos importante ni plausible, es que, bajo esos estrictos condicionantes, yo mismo me postulo para ése -tampoco me gusta que maten a gente con armas nucleares; es más, no me gusta que se mate a gente, sin mas- y para todos los demás premios Nobel habidos y por haber.

Me merezco el Nobel de Física, pues respeto a pies juntillas los principios básicos del funcionamiento del Universo, la Ley de la Gravedad o la del Rozamiento; e incluso el postulado de Arguiñano sobre axioma previo de Ramón Pitis, que asegura, no sólo que la droga es la auténtica salud, sino que la resaca nunca fue impedimento para hacer espléndidamente tu trabajo.

Lo mismo puedo decir del de Química, pues soy todo yo un compendio de reacciones y procesos destinados a mantener con vida a mis hermosas celulitas. Y no como Baúl González Blanco, que es un diez por ciento vida humana y un noventa ficción periodística.

Respecto al de Literatura... pues ya ven. Aquí ando, tecleando mi basura en Bilis. Pero a mí me gustaría tener la imaginativa mente de George R.R. Martin, la prosa épica y descriptiva de Tolkien, y el incisivo humor de Dickens; de la misma manera que a Obama le gustaría un mundo sin armas nucleares.

Y bueno, con todos los demás, visto que lo que cuenta no son las acciones sino las buenas intenciones, pues yo quiero un mundo sin catarros, ni cánceres, ni sidas, y que la gente sea buena y feliz, por lo que merezco el de Medicina, por ejemplo. O el de Economía. Como dice un colega, me encantaría que a todos nos diera quinientos euritos más al mes el Estado, para que pudieramos tirar palante con facilidad, y todo fuese mucho más bonito, llovieran pétalos de rosa y Homer Simpson presentara Tendido Cero.

Pero ya ven. A mí los amigos nórdicos no me darían ni sus escandinavos mocos embalados en un paquete del Ikea. Y las mismas causas estúpidas que yo puedo aducir para hacerme con esos premios - o con los Oscars, la Bota de Oro, o la llaves de la villa de Cidamón, si me apuran- son las que ha esgrimido la Academia Sueca -o noruega, vaya usted a saber- para considerar a Obama como adalid de la paz el mismo día que el amigo decide enviar treinta mil soldados más a Afganistán a repartir caramelos.

Todo demasiado ridículo. Tanto como entregar un premio con el nombre del inventor de la dinamita dedicado a la paz, lo que es tan absurdo como concedérselo al líder del mayor grupo de asesinos del mundo. Así que, quién sabe, quizas no sea todo tan descabellado, y estos vikingos tengan oculto un sentido del humor mayor que el del señor Barragán y el Papa juntos, y nos lleven aún años de ventaja.

Vivir para ver.

PD: Para que no crean que debido a mi deterioro psíquico soy el único que se escandaliza con este tema, tengo el gusto de enlazarles la opinón que mi compadre mozambiqueño-provenzal Rolo tiene sobre este esperpéntico premio. Lo dicho, vivir para ver.

sábado, 17 de octubre de 2009

Iros a la mierda con el puto fútbol

A quienes me conozcan, y sepan de mi exacerbado friquismo futbolístico, les habrá sorprendido el título de esta entrada. Pero en cuanto vean su contenido, comprenderán porque he dedidido plagiar en Bilis una entrada de otro blog -algo que hasta ahora tan sólo habáin conseguido los tipos de la revista Karma, y La Tierra que nos parió, el blog de Luis Miguel Domínguez, citando a un visionario Arturo Pérez-Reverte-.

Con ustedes "Iros a la mierda con el puto fútbol". Hélo aquí.

"Sí, yo, futbolero de pro, sangrante fan de los míticos programas Futbol Internacional (desde los tiempos que se llamaba Futbol 92), Gol a Gol, Estudio Estadio, y degustador de los partidos de la premier en la 2, de la Bundesliga en RTL y de la Serie A en la Rai Internazionale, vengo a decir que estoy hasta los cojones de la sobredimensión futbolística.

Hasta las narices de que un supuesto progre, enriqueciéndose a golpe de decretazo me diga que mi TDT no sirve y que si quiero ver lo que hasta ahora era gratis, me tengo que joder y comprarme otro aparato sólo para que el notas amortice el increíble gasto que sus amigos en el poder le han permitido hacer, usando métodos más propios del tráfico de influencias y el uso de información privilegiada.

Hasta los cojones de los cabrones que hasta ahora nos cobraban 12 euros por un puto partido retransmitido por los dos peores comentaristas de la historia, y que ahora, para no perder su tajada del pastel, nos den lo que nos daban hasta ahora por 15 euros al mes, sólo porque han visto las orejas al lobo y han perdido su puesto al lado del socialismo gobernante, ya que han llegado nuevos convidados al banquete de las concesiones y las licencias televisivas.

Desde aquí propongo que nadie compre los receptores de TDT para ver GOLTV y que nadie se abone al canal Liga para que el Robinson le de más la turra. Que se coman sus cacharros con patatas y que si queremos ver fútbol lo veamos de manera gratuita por internet sin hacerles el juego a estos dos mafiosos, que juegan con la ciudadanía para enriquecerse a base de la aborregada sociedad.

Fíjense cuales han sido sus métodos. Durante dos años laSexta ha dado más partidos de futbol gratuíto que durante toda la historia de la televisión, para, aparte de conseguir de la manera más fácil y rápida los rates de audiencia necesaria para que el canal se mantenga y sea rentable, una falsa necesidad en el espectador de ver fútbol a todas horas. Un año después quitan todo el futbol y aparece un canal nuevo (curiosamente de uno de los accionistas mayoritarios de laSexta) de pago y que va a ser el único que retransmita los partidos que realmente interesan a la gente. De igual modo, el otro sector, han promovido el fútbol de pago a unos precios demasiado elevados, y ahora ,que ven que van a perder la cuota de mercado que tenían, se lanzan a un abaratamiento de su producto. Usemos el tiempo que no tendremos de fútbol para leer, ver películas de zombies, salir a tomar algo con aquel amigo al que hace tiempo que no veíamos, hablar con nuestra pareja o con nuestros hijos, hacer el amor, jugar al Colonos de Catán con nuestro grupo de amigos y démonos cuenta de una puta vez que un mundo sin fútbol, es a veces, un mundo mucho mejor."


Suscribo todo lo dicho; y ya que el propietario del mentado y glorioso blog (humanidadsupina.blogspot.com) se limita a ridiculizar al personal sin apenas utilizar tacos ni ciscarse en los muertos de nadie, yo lo haré por él.

Me cago en Prisa, en Mediapro, en todos los demás grupos mediáticos que revolotean alrededor del partido gobernante y se llenan los bolsillos a nuestra costa, y en el jodido PSOE mismo. Ale, una mierda como un decodificador de grande para todos ellos.

Y encima esta noche el Barça nos meterá un saco...

miércoles, 14 de octubre de 2009

Putabromalandia

Ayer por la tarde, los hijos de puta que dirigen este trozo de mierda que hace frontera con Portugal, se pasaron por el Congreso a votar unas cosas muy bonitas.

Votaron acerca del blindaje del Concierto Económico Vasco. Dentro de lo que mi limitada inteligencia me permite, les explicaré qué es eso.

Se trata de que el País Vasco posee un régimen foral propio -no volveré aquí sobre el tema de la ficticia igualdad entre todos los españoles, muy manido ya por servidor, pues todos sabemos que los vascos tienen prebendas que otros no, por no hablar de la Duquesa de Alba o del coño de la Bernarda-, que le permite legislar en materias como los impuestos. Pero lo que allí decidan no tiene el rango de Ley, así que puede ser recurrido en cualquier juzgado. Hasta ayer, cuando en el Congreso de los Diputados se votó y aprobó dar carácter de Ley a estas cosas, lo que implica que, para recurrirlas, debe uno acudir al Tribunal Constitucional.

Lo de menos aquí y hoy es la opinión que servidor tiene acerca de dicho Concierto -si la tuviera, que va a ser que no; no olviden que soy profundamente retrasado-. Ni siquiera importa si el hecho de que haya que ir al Constitucional o no a recurrir es un asunto de vida o muerte. (Digo to que tendran mail -sHe_cOnStituCional_sHulo_69@hotmail.es o algo así-, y tampoco costará mucho mandarles las alegaciones; y sino se baja en coche a Madrid, y aprovecha uno para ver al Rayo, que este año anda muy bien.)

Lo importante es ver quiénes votaron, qué votaron, y por qué votaron eso. Y, después, dejar de armarse de paciencia con todos estos imbéciles, para armarse literalmente con lo que uno tenga más a mano y salir a la calle a ver si hay valor de seguir con el cachondeo delante de un azadón de cuatro kilos.

Abreviando, el caso es que el PSOE votará que sí a la cosa para que el PNV les apoye en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado -ya saben, ahí donde ZP&Friends dejan constancia de cómo malgastan nuestro dinero en mierdas como mandar cazurros en tanque a Asia, mantener a los parásitos borbones, levantar aceras para volverlas a dejar igual y tener cuatro parados menos, y pactar concordatos con el Vaticano-, y el PP votará en contra porque el PSOE va a votar a favor, claro.

Pero, en los matices está el demonio, que dice el gordo de los libros cojonudos, y he aquí los matices:

a) En la Rioja, tanto los peperos -gobierno- como los sociatas -oposición- se rasgan las vestiduras ante la aprobación; los regionalistas, que oscilan entre ser unos cachondos o unos tontos del culo, piden, no que se les quiten esas potestades a los vasquitos, sino que se le den a La Rioja. Como si cuarto de millón de pueblerinos generalmente borrachos importásemos lo más mínimo como para que nos den nada.

b) Los peperos del País Vasco votan a favor, porque se pasan por los la rama más baja del árbol de Guernica la disciplina de su partido, y miran en mayor provecho de los vascos, que son al fin y al cabo, quienes les han votado. Ni tan mal.

c) Los sociatas de La Rioja ponen el grito en el cielo mientras están el Logroño, pero en cuanto bajan de Piqueras, ponene el culito a disposición del partido y votan lo que conviene a Zapatero, en lugar de hacer como sus fascistoides colegas vascuences de la gaviota y votar lo que les saliera de su rural rabo.

d) Y, para completar el circo, entre esos dos sociatas mandados desde nuestra pequeña Beronia a la Corte y Villa, hay uno que no sólo tiene un blog, sino que posee la desfachatez de teclear en él que, "...sólo se votaba una toma en consideración. Ni más ni menos. Un trámite indefinido y abierto a cualquier posibilidad en el futuro...", para continuar diciendo que "fue un socialista quien decidió recurrir al contencioso-administrativo..." y acabar dejando caer que "cuando llegó Aznar, retiró más de cien recursos del Tribunal Constitucional presentados por el Gobierno de España y firmó con los nacionalistas lo que ellos llamaron la paz fiscal...".

Vamos, que no le gusta votar que sí, pero que lo ha hecho porque, total, ese voto no implica prácticamente nada, y que la culpa de todo la tiene el fascista de Aznar, que a esas horas estaría con Bush esclavizando al mundo. O así.

Venga, amigo César Luena, que tienes gafas y eres de Bobadilla como las truchas, no me jodas. Que no es tan grave. Has puesto el ano a disposición del partido, como era tu deber. Eres un cobarde y ya está. No pasa nada, pecadorl.

Como ven, aquí cada cual hace lo que quiere. Si lo de alcanzar el rango de Ley es bueno o malo para vascos, riojanos o chechenos, yo no lo sé. Ya les he dicho que tengo el conocimiento justo para sacudírmela antes de guardarla en los calzones, y en lo que a conciertos se refiere tan sólo sé que un día ví a Vetusta Morla en directo y me dieron ganas de ahorcarme.

Pero, después de saber todo esto, repetiré el consejo que tantas veces les he dado. Cuando les pongan una urna delante, en vez de votar, defequen en ella. Como ellos defecan en su opinión y en ustedes mismos en cuanto obtienen su acta de diputados.

lunes, 12 de octubre de 2009

Goma 2 - España 0

Doce de octubre. La Virgen del Pilar. Día de la hispanidad. Fiesta Nacional española.

Y para conmemorar el descubrimiento de un nuevo mundo, de la extensión de un idioma a trescientos millones de personas, la unión cultural hispana con un continente entero -o del exterminio, esclavización y explotación hasta el asco de las tierras de todos los indígenas de América, que también me vale-, pues aquí sacamos los tanques a la calle. Con un par de huevos.

También podría reseñarse la estupidez de celebrar con un desfile militar la indisoluble unión de un país que resulta ser el más federal del mundo -a pesar de que se ha intentado centralizarlo con virulencia en varias ocasiones, desde la llegada de los borbones (¿no lo sabían? ¡que su rey es gabacho, calamares!) hasta la dictadura del amigo Paquito (hijo de puta enano al que no se comerán ni los gusanos, la cabeza le quiten y le pongan la del pato Lucas)-, en el sentido de que este federalismo no surge de constituciones ni acuerdos políticos, sino de la propia naturaleza de los españoles, que nos odiamos entre nosotros a liguilla.

Los catalanes odian a los valencianos; los murcianos a los cartageneros; los aragoneses a los castellanos; los de Haro a los de Miranda; los andaluces odian a los muertos, que ya no tendrán que madrugar para trabajar; los riojanos a los navarros; los vascos nos odian a todos; los de Villaconejos no pueden ver a los de Tejodillo en el Monte; y todos, a su vez, odiamos a los de Madrid.

Y en este fulgor de odio y diversidad, algún lumbrera sigue creyendo que la mejor manera de celebrar nuestra identidad nacional sigue siendo un desfile de retrasados mentales con fusiles. Así se hacen las cosas. Tanques a la calle y a emitirlo por televisión.

Que no, coño. Aquí tendrían mucho más éxito unos combates de boxeo, para desatar con rabia el furibundo odio que nos tenemos unos a otros. Pero, como aún no me han dejado organizar el evento, continuamos, año tras año, conmemorando el día de una Patria que todos odiamos -a no ser de que Indurain o un gol de Torres en Viena ronden por medio- con un desfile militar.

Obviamente, servidor no ha visto esa mierda en directo por televisión. Tenía cosas mejores que hacer, como dormir o contarme los pelos del culo. Se me ocurren pocas cosas más lamentables para emitir por la televisión pública que unas cuantas horas de plano corto a una tribuna adornada hasta la saciedad de colores rojigualdas, en la que está presente la flor y nata de la escoria de este país.

El Viejo de las Barbas, un tipo que sale en las monedas, caza osos furtivamente, viaja en yate, se folla a Bárbara Rey y recoge en su moto a unos ochocientos esquiadores de las ventiscas cada invierno; la Muda, helénica esposa de éste; el Joven de las Barbas, hijo del anterior, marido de la siguiente, con una larga historia de años demostrando su manifiesta incapacidad para dar un discurso sin mantener la cabeza gacha observando constantemente las hojas en que se lo han escrito, silabeando cual párvulo cada palabra; su Señora Asturiana, antes compañera semicachonda del cachondo total de Urdaci y ahora bulímica poseedora de una napia que le has pagado tú, compañero; las Niñas, una residente en New York, porque ella lo vale y tú se lo vas a sufragar igual que si se alojara en Turruncún; la otra estudiando un máster sobre extracción y posterior consumo de mocos; la Lideresa, deficiente mental que no hizo declaraciones sobre Airbag porque solo veía cine español, máximo exponente del fascismo patrio desde que Chemari se afeitó su hitleriano bigote y ya no se sabe quién es Chemari y quién es su hija Ana; y nuestro querido adalid de las buenas palabras y las nulas acciones, Jose Luis Rodríguez Zapatero, decidido a hundir un país que, como ha demostrado durante siglos, puede perfectamente hundirse él solito.

Ésa es la concurrencia al desfile de marionetas. Porque, no se engañen, nuestras amadas Fuerzas Armadas no disparan balas y obuses, no. Reconstruyen pueblos y hacen escuelas. Reparten caramelos y nunca matan a nadie. Para eso necesitan los fusiles, para reconstruir. ¿O es que acaso nunca han visto a un albañil haciéndo una tapia con un AK-47 al hombro? Joder, para mezclar la masa, maaacho.

Al menos ésa es la imagen que nos quieren dar de nuestro ejército molón presentándonos a Vicente del Bosque y Ferrán Adriá charlando con nuestros soldaditos españoles; porque uno es cocinero gracias a la Marina y el otro entrenó niños como les entrenan a ellos -joder, que a veces dan ganas de suicidarse cuando uno vé jugar a Raúl, pero de ahí a asegurar que está entrenado para matar... media un abismo-.

Pero no se dejen engañar, los soldados españoles no son Mary Poppins. El Ejército mata, los desfiles son un enorme y absurdo gasto, y nuestra Patria -sobre todo si por patria entendemos lo que representan todos esos cabrones del atril y el desfile-, si no incluye al pequeño caralápida de Fuentealbilla mojándole la oreja a Brasil en la final de un Mundial, es una pedazo de mierda como el sombrero de un picador. Igual que todas las demás.

Y ahora, vayan y celebren. Y que viva España, coñio.

lunes, 5 de octubre de 2009

Las tres piedras

Bilis vuelve al odio irracional. Ya hera ora, que diría MKB.

Me comentan algo acerca de una encuesta aparecida en mi muy odiado Caralibro. La pregunta sería algo así como "Si te dieran cinco balas, ¿a quién te cargarías?"

Tengo que decir que me no parece un método adecuado. Habiendo sogas, espadas, mazas, hachas y tenedores, una bala es demasiado obvio.

Y encima la idea no es original. Lo que sí es original es la ya mítica Teoría de las Tres Piedras, idea patentada de cierto personajillo con quien servidor tuvo el gusto de compartir protagonismo en el grupo musical más patético que los tiempos hayan visto, un conjunto de porno-rock llamado Beso Negro, y en la extensión radiofónica de éste, VPF: Vuestro Pograma Favorito, cuya única y mítica grabación comanzaba con Rammstein al aparato, proseguía con un ¡Buenas noches España!, y degeneraba en una orgía de taladros y calimocho de impredecibles consecuencias.

Pues bien, una vez presentado el personaje, les hablaré acerca de su teoría. Sugería el hombrecillo que toda persona debería de poder proveerse de tres piedras de un tamaño considerable, acarrearlas hasta su domicilio, escribir un nombre sobre cada una de ellas y, en el caso de que el personaje elegido pasara o pasase bajo su ventana, tener la potestad para lanzarle la piedra, siendo inocente de cualquier delito fueran las que fueran las consecuencias que la caída del pedrusco provocara.

¿Las culpas? Ha sido la gravedad. Enchironen a Newton.

¿A que es mucho más artesanal y bonito que la burda idea de las cinco balas? Además, es mucho más viable. Dejenme contarles algo: en el hipotético e improbable caso de que se permitieran cinco balas sin castigo alguno, la Humanidad tendría los días contados.

Sí, porque cuando un tipo se cargase a los personajes que todos tenemos en mente -luego diré los míos- para gastar nuestras cinco balas, el personal no se iba a quedar sentado en su sofá diciendo, vaya, me han quitado a ese dictador, guardaré mis balas en un cajón. No. Nor. Norl. Si a la gente le das cinco balas, y la gente escoge cinco tipos a los que matar, y otra gente se ha cargado ya a esos cinco, la gente escogerá a otros cinco a los que en un primer momento hubiera mantenido con vida. Porque la gente es así. Es muy hija de puta y está loca de remate.

Así que, si la Humanidad sigue multiplicándose como conejos antes de que se pueda construir un Marina D'Or en la Luna, si les da por controlar el exponencial crecimiento de la población, el método de las tres piedras es más adecuado. E incluso más jocoso. ¿Qué hacer? Poner el nombre de un lejano malvado que probablemente jamás pase bajo mi balcón, o el de ese vecino cabrón que pone música a tope a las siete de la mañana de un domingo de resaca?

¿Complicada elección, verdad? Nadie dijo que tener poder sobre la vida de unos cuantos mamarrachos fuera fácil, señora.

Pues eso, que como Bilis es un lugar plagado de amor fraternal, compañerismo y participación social, y como no tengo contador de visitas en mi blog, les animo a todos ustedes a dejar un sucinto comentario con los nombres que escogerían para sus tres piedras.

Si quieren, razonan su respuesta. Servidor les agradece de antemano la colaboración y el humor que puedan provocar, y para servir de ejemplo, comienzo con los destinatarios de mis tres menhires: uno para Jorge Caminante Arbusto, alias George W. Bush; otro para el gran líder espiritual del occidente nacional-católico, Chemari Aznar (puede que haya suerte y, como son amigos, ambos pasen a la vez bajo su ventana y con una piedra baste...) y el tercero... hay tanta gente que merece una piedra llamando a su cráneo desde un sexto, que me lo pensaré mejor, y si son buenos y comentan, completaré mi triple elección.

jueves, 1 de octubre de 2009

Mandril Dosmilnunca

Falta un día para cumplir la corazonada.

Lo dice la tele, lo dicen los periódicos, lo dicen las radios. El pasado fin de semana todos los equipos de la Liga saltaron al campo portando una banderola con el logo la candidatura madrileña a las Olimpiadas del 2016; en los informativos la manita con los colores del parchís aparece al lado de la mosca de la cadena correspondiente; y en esos programas de la tarde que uno vé zappeando cuando el dolor de las retinas tras ver diez minutos del partido del Athletic, los deficientes que acuden como público también llevan camisetas con el logo.

Y es que hay que hacer mucha fuerza colectiva para quitarle los Juegos Olímpicos e la ciudad natal del emperador mundial de turno. El primo Obama viaja hacia Copenhague para llevarse las Olimpiadas a la Ciudad del Viento.

No preocuparse. Para plantar cara al dios supremo nosotros envíamos a Zapatero, el padre de esos dos mitos del frikismo gótico que visitaron recientemente al mencionado Obama y de los que hablaré en posterior ocasión; a Lisabesqui (ya puestos a escribirlo mal, lo hago mal adrede);a un tipo con barbas de mendigo que, dicen, es el Jefe de este nuestro glorioso Estado -aunque yo creo que es un actor que han elegido entre un casting de indigentes que se parecieran al tipo de las monedas y que nuestro verdadero monarca ha decidido que, puestos a vaguear, lo hace uno bien, y pasa hasta de ir a los actos oficiales (como lo mío al escribir Lisabesqui, vamos)-; y a Baúl González Blanco, el auténtico símbolo de esta candidatura.

Y no lo digo a la ligera, pues no se me puede ocurrir nadie mejor para personificar el concepto de presentarse continuamente como sede olímpica y llegar hasta las rondas finales para no ganar nunca que El Siete de España, que disfrutó de un centenar largo de apariciones con La Roja pero que luego, a la hora de la verdad, estaba en su casita mordiéndose los codos de envidia cuando los chicos del viejo Aragonés por fin lograban ese triunfo que él morirá sin saborear.

Esos son nuestos avales ante Chicago y Río. Parecen del todo insuperables, ¿verdad? El deporte español tiene a Gasol, a Nadal, al llorica Alonso, a Titín, a Todopoderoso y Caralápida Iniesta... pero allá van Baúl y El Ser Superior, que será de los más tristes cuando se confirme la primicia que voy a darles, porque si al cabo tiene poca pasta, con unas Olimpiadas en la puerta de casa, el tito Floren iba a ganar calderilla como para limpiarse el escroto con billetes de quinientos.

Pero, atención a la primicia: no se los vana dar a Madrid, sino a Chicago. Si se ponen tontos, quizás Río de Janeiro.

¿Qué cómo lo sé? ¿Qué si voy de listillo? Pues esta vez no. La cosa se sustenta en el irrefutable hecho de que las casas de apuestas te devuelven poquito más de lo invertido si apuestas por Chicago, te dan algo más del doble si la elegida es Río, y prácticamente te ponen la empresa a tu nombre y se bajan los pantalones para que lo celebres con sus traseros si les dan las olimpiadas a Tokio o Madrid.

Así que, otra vez será. Porque con la cantidad de gente que lleva ocho años viviendo del cuento a cuenta de la dichosa candidatura, probablemente el ayuntamiento de la capital ya tenga una consejería expresamente dedicada a preparar candidaturas olímpicas. Así que seguirán intentándolo y chupando del bote.

Quizás hasta sea mejor que no haya Madrid olímpico, porque en unos tiempos en los que las economías de todos los países de Europa comienzan a repuntar mientras la nuestra parece que va a estar otro par de añitos caminando de culo y contra el viento, tan sólo nos hacían falta unos Juegos para que el gasto público con el que el amigo Zetaparo y sus secuaces pretenden lavar su cara ante las constantes críticas del carroñero y antipatriota Mariano Jarrai, creciese hasta el infinito y más allá.

(Cómo me gusta citar a Buzz Lightyear. Mientras otros blogs pueden ganar solera y prestigio parafraseando a grandes pensadores, políticos o humanistas, yo cito a un muñeco de una peli de dibujos. Y dos párrafos antes llamo sutilmente mendigo al Rey, no sé si lo habían pillado. Que alarde de registros. Bilis es lo que tiene.)

De todas formas, mañana se dilucida todo, con gran despliegue de medios por parte de todos los mongolitos televisivos que llevan vendiéndonos humo meses y meses. Si, como todos ustedes, mis querídos lectores, suponen, Bilis tiene razón, me se da. Y si pierdo, soy capaz de comerme todo lo que acabo de teclear píxel por píxel. Y después hacerme unas empanadillas con el teclado. Así de seguro estoy.

Y es que de los de los medios de comunicación, los políticos y demás calaña, puede uno esperarse cualquier cosa; pero las casas de apuestas no se andan con hostias.

Hasta otra, mandriles.

jueves, 24 de septiembre de 2009

La Feria de Logroño

La pelota a mano -o simplemente pelota- es un deporte tradicional en el que algunos vascos, muchos navarros, y algún que otro riojano o soriano, le sueltan tremendas hostias con sus manos protegidas con esparadrapo a una bola de madera forrada de cuero de unos cien gramos de peso. Una animalada, vamos.

Más o menos como darle puñetazos a una piedra con la mano vendada. Y a pesar de que en su definición pueda parecer algo tosco y brutísimo, probablemente estemos hablando del mejor deporte del mundo. Y, sin duda alguna, el que aglutina más cantidad de borrachos por metro cuadrado.

Pero aparte de beber alcohol y fumar en recintos cerrados, el deporte de la pelota se distingue principalmente por las apuestas que lo rodean. En los frontones el personal se juega la pasta de una manera increíble. Apostar por apostar, el partido es muchas veces una excusa para jugarse las perras, y este hecho se demuestra en la cantidad de corrillos con gente intercambiando el contenido sus bolsillos en cantidades desproporcionadas con el simplísimo método de las chapas. Corrillos que antes, después e incluso durante el juego, atestan las entrañas de los frontones.

Pero, además de estas apuestas alegales -por no decir ilegales totalmente-, existen modalidades de juego reguladas, en las que el público apuesta entre sí acerca del resultado de los partidos, con un jugoso porcentaje de dicha apuesta yendo a manos de las empresas organizadoras de los partidos.

Pues bien, resulta que el Gobierno de La Rioja de nuestro querido y nunca demasiado ponderado Führer Pedro Sanz decidió incrementar los impuestos que pagan las empresas organizadores de estas orgías del juego, el fumeque, el bebercio, la deshumanización de multitudes y el golpeo a pedruscos esféricos que son los partidos de pelota.

Y las empresas, un grupo de mafiosos que huyen en cuanto recogen el dinero de la Feria Matea, la más importante de las que se celebran en el verano en España -que es lo mismo que decir al año en el mundo-, pusieron el grito en el cielo, y acabaron presionando al Cacique (a Pedrone, no al ron) con no celebrar feria estos sanmateos en Logroño.

Ellos amenazaban con no venir y el Gobierno amenazaba con no permitirles jugar en el frontón Adarraga, de su propiedad. Cosa que no se creían ni ellos; pues los trece mil euros que les demanda la hacienda riojana no les iban a hacer renunciar de ninguna manera a llenarse los bolsos con diez días de llenazos ininterrumpidos y sus correspondientes taquillas.

Las cosas que hacen los chicos del hampa en sus negocios, pero radiado y televisado; todo a la vista de la asombrada y desubicada población civil, que tan sólo ansiaba la posibilidad de pillar una entrada para ponerse como Steve Wonder y disfrutar de las cada día menos frecuentes y no por ello menos memorables hazañas del dios local.

Pero en el tira y afloja estaban, condenados al entendimiento, cuando apareció un tercero en discordia. Ese tercero es el Ayuntamiento de Logroño, regido por el regionalista motero Varea y su compadre Tomasito Santos, a la sazón el alcalde menos higiénico de la historia de la ciudad, que no se ducha por no mojarse.

Pero vaya si se mojó. Viendo la posibilidad de aparecer ante el pueblo como los salvadores de la pelota matea, Pin y Pon cedieron otro frontón a las empresas y decidieron pagar de las arcas municipales la subida de impuestos a cambio de colocar dos enormes pancartas publicitarias en la pared.

Panes et circenses, pero a la riojana. Pelota y cubatas. Y lo demás no importa. Que el pueblo nos aclame, primo, que se la acabamos de clavar a Pedrone y le va a estar sangrando el culo hasta Navidad. Si después solicitamos seiscientos euros para que un club no profesional riojano utilice para promocionar el deporte base las mismas instalaciones que acabamos de regalar a dos empresas privadas vascas... pues a eso no se le da bombo y fuera. Total, si la gente es idiota y nos va a votar igual. O al de enfrente, y con un poco de suerte volvemos a ser sólo concejales y podemos quejarnos por todo lo que hagan los fascistas de la gaviota sin responsabilidad alguna. Nos quejamos de vicio los políticos, eso de la oposición sí que es un chollo.

El Ayuntamiento ha cedido, o más bien ha corrido a apuntarse un tanto -qué bien traído, si es que tengo una chispa- sin necesitar que las empresas metieran excesiva presión. Únicamente para presumir de que han sido ellos, el Bigotes y el Orejas, los que han impedido que los malévolos peperos dejaran al pueblo sin pelota en sanmateos. Pero si el alcalde no hubiera corrido a entregar Las Gaunas a las empresas de pelota, habría acabado siendo el Gobierno de La Rioja quien inventara una imaginativa ocurrencia para que los partidos se acabaran disputando bajo las condiciones que las empresas quisieran. Esto es, sin pagar la subida fiscal de las apuestas.

Y así son las cosas. Aparentar, aparentar y aparentar. Y entre medio, un poco de lanzamiento de trastos a la cabeza del otro. Porque esto es Logroño, cabeza de todas las Riojas. Y aquí, la Feria ni es de pelota ni dura diez días; es de políticos haciendo payasadas mientras compiten con ridículos guiños al pueblo, y dura cuatro largos años en busca de un papelito que refrende esa manía suya de almorzar la sangre de los sufridos ciudadanos.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Marca (o Cómo pasarse el octavo mandamiento por el forro de los cojones)

Con la cantidad de cosas que suceden y con las que uno podría indignarse, y a servidor le hierve la sangre con esto.

Ahora que ha comenzado la Liga me viene a la cabeza un titular del diario Marca de hará unos diez días, en el que los redactores de este siniestro panfleto madrileño se permitieron el lujo de dar por Bien Vendido al señor Arjen Robben, traspasado por 25 millones de euros al Bayern de Münich.

Opiniones futbolísticas aparte -para mi gusto es uno de los mejores extremos del mundo, y si está sano, es mejor que Cristiano-, la gracia del tema es la manera en la que intentan vendernos la moto de la idoneidad del traspaso, convirtiendo a Robben en poco menos que un demonio, con la intención de echarle al madridismo encima.

Ahora es un jugador egoísta, frágil y poco útil para el equipo. Pero hace sólo unos meses, cuando, carentes de mentiras con las que rellenar su portada, idearon una campaña para colocar al mismo futbolista al nivel del indiscutible número uno mundial, Messi -y se lo dice uno que no es del Barça y que, dentro de los culés, de queda sin dudarlo con don Andrés Iniesta-, todo eran alabanzas hacia su juego directo e imaginativo.

Hoy, todas aquellas loas han quedado olvidadas. Había que justificar la incomprensible decisión del señor Florentino Pérez, y ahí está la portada. Que, por cierto, tiene su mérito, pues no debe de ser nada fácil teclear las palabras Bien Vendido mientras tienes la lengua introducida en el ano del dueño de ACS.

El primer medio escrito de España -no tan sólo deportivo; Marca vende más ejemplares diarios que cualquier periódico generalista de este país-, practica a diario la mentira, el engaño y la prensa amarilla más virulenta de la forma más impune.

Quizás si no fuera -como reconozco ser- fanático abominador de todo lo que rodea al Real Madrid Club de Putas, estos procederes me parecerían chiquilladas de unos periodistas, los deportivos, a los que en la mayoría de los casos no les da ni la cabeza ni la pluma para andar hablando de cosas de mayores.

Al fin y al cabo esto es un juego en el que se trata de que entre la pelotita, y puede que las cosas no haya que tomarsela tan a la tremenda como servidor, y que un poco de mentira periodística diaria no le haga daño a nadie.

Puede que sea porque el objeto de la burda aclamación y el halago perpetuo, tonto e injustificado es el club que menos trago, que desprecio hasta límites insospechados al diario Marca y en especial a su director, el señor Eduardo Inda, un fantoche mentiroso que guía los designios de su periódico hacia donde le ordena la voz de su amo.

Pero, pensándolo bien, mi indignación está más que justificada, porque esto de la falta total de rigor no es cosa exclusiva del Marca. También está el As, que además de compartir todos los pecados de su rival cuenta entre sus filas con el despreciable y patético Tomás Roncero, de quien un día prometo hablar. Y no podemos olvidar, cuando de objetividad periodística se trata, a las noticias deportivas de laSexta, que se llevan la palma.

Pero la gravedad del asunto no recae en la nula objetividad de a prensa deportiva española, que tiene la mentira y el forofismo como algo tan arraigado que es parte ya de su naturaleza.

Lo peor de todo esto no es que nos engañen con los deportes. No. Lo peor es que la misma cara dura que emplean a destajo para pregonar las bondades del señor Florentino Pérez e incitar a la población a lanzársele a los pies y hacerle felaciones si en alguna ocasión tienen la fortuna de cruzarse con él, la ultilizan cuando hablan de política, de economía o de cualquier asunto serio.

Mienten. Mienten y saben que nosotros sabemos que nos mienten. Y se la suda. Ni siquiera tratan de disimularlo, porque ellos son las marionetas que mueve el Poder y nosotros, pobres humanos, simples mierdecillas que nos movemos hacia donde ese Poder decida.

Floren -o Botín, Polanco, Villalonga, o quien sea- elige el rumbo. Sus perros fieles de la prensa soplan. Y nosotros, siempre con las velas bien abiertas, siempre tan tontos, navegamos hacia donde a ellos les sale del forro de los cojones.

¿Cuál es el destino? El mismo de siempre. Vivimos embarcados en un viaje a través de la indiferencia, el no pensar, el no cuestionarse nada. Y, de fondo, una vez cada cuatro años, un fondeadero con forma de urna donde entregar nuestra voluntad para que todos estos hijos de puta puedan seguir legitimados bajo el amparo de esta falacia que tanto les llena la boca y a la que llaman democracia.