Decíamos ayer -disculpen la arrogancia de plagiar a Fray Luis de León sin llamarme así ni ser leonés, pero ambos salíamos en Futurama- ciertas cosas acerca de cierta película cuyo visionado sin previa ingesta de cantidades industriales de morfina sólo podía conducir a un viajecito de catorce pisos desde la ventana de su salón hasta el pipican de la esquina, y no duden que en su día diremos más. Pero no será hoy, porque lo que toca en esta mañana primaveral es desgranar una nimia anécdota sucedida ayer, durante la agradable tarde del día del Señor.
Paseaba quien esto escupe por la calle, rumbo a la enésima muestra de desgracia colectiva perpetrada por el Atlético de Madrid cuando, de repente, algo le puso en alerta: coño, acaba de pasar un viandante que ha llamado la atención de mis retinas.
En ese mínimo instante de perplejidad, cuando sabes que has visto algo pero no sabes aún qué has visto, ese instante en que la información viaja desde la retina hasta el cerebro, el viandante ya ha rebasado la posición del observador, y éste, asombrado, ha de girarse sin el menor disimulo para comprobar si todo ha sido producto de un engaño visual, una broma de la imaginación o, quizás, de la previa y alucinógena lectura del Marca posterior al orín blaugrana (y van...) del Bernabeu.
Y al girar la cabeza al compás de la intriga, el resultado no puede ser más sobrecogedor. Está ahí, ante tus humildes ojos de pecador: ¡un famoso! Un tipo que sale por la tele, ¡y no por cualquier tele! Un tipo que durante años ha esputado su verborrea de vertedero en los programas más polémicos y chabacanos de la televisión patria -que no es poco-.
Ahora lleva greñas desaliñadas allá donde no está calvo como un huevo, y las noches de fiesta con Yola Berrocal o cualesquiera otras prostitutas cocainómanas han borrado de su faz ese aspecto de cura juvenil, regalándote un hálito de tipo aficionado a los partidos de benjamines los sábados pro la mañana que echa para atrás.
Si, señoras y caballeros: ayer me crucé con el padre Apeles por la Gran Vía logroñesa, con su pantalón y su camisa negros como el corazón de Aznar, su alzacuellos al frente y un aire de estupefación en su caminar que inducía a pensar un par de cosas: o Apeles jamás ha salido de una pequeña aldea en las montañas de Más-allá-del-Muro, siendo esta la primera vez que visitaba una ¿ciudad? -de todos es sabido que la capital de todas las Riojas es y será el pueblo más grande de España-, y por ello contemplaba las fachadas de San Antón, como quien disfruta del Trocadero parisino o del Museo del Prado; o el sacerdote más mediático desde aquel capullo que se ató a los globos de helio en Brasil, llevaba un ciego como Steve Wonder después de cenarse una tortilla de setas camboyanas hecha con los huevos de Serafín Zubiri.
No apostaré por ninguna de las dos; sólo les diré que el curilla es de Barcelona, y que lo más digno de ser contemplado en esa zona son los pezones de los maniquíes del Bershka.
Ya ves truz, sales un día de casa y te encuentras rodeado de gente escapada de tu caja tonta. ¿A qué se debe eso? Desde Bilis, donde nos gusta poco la reflexión y practicamos muy mucho la precipitada obtención de explicaciones descabelladas con sutiles toques de antimadridismo, flemas sanguinolientas o un sentido del humor que haría las delicias del Duque de Feria, hemos decidido que todo corresponde a una campaña turistico-promocional del gobierno riojano.
Así, Apeles paseando por el centro de la capital viene a complementar la excepcional imagen de nuestra incógnita república rural que allende los Cameros ya publicitaba el (poner aquí un oficio distinto a vividor, si lo hubiera) Álvaro Muñoz Escassi en su exitosísimo I love Escassi.
Confieso que en éste, como en tantos otros temas, hablo desde el completo desconocimiento, pues jamás prenderé la televisión para degustar algo similar mientras tenga chichetas que clavarme bajo las uñas. Así que Bilis recurre al primo Google para comprender los entresijos de la basura con la que el Gobierno riojano pretende atraer el turismio y se encuentra con que "Escassi encandila a Arantxa con un anillo de inmunidad". Imaginando el contenido del programa, servidor no sabe si tomarlo al pie de la letra e imaginar un coqueto anillo que impide a su portadora ser expulsada del programa -si es que de eso trata el programa-, o si, directamente, Telecinco ha decidido coger el toro por los cuernos y lanzarse a la producción de basura sin ningún reparo -miento, eso lo hace desde hace mucho tiempo, pero ya me entienden- y el anillo encandilador es un DIU como Dios manda, y a la tal Arantxa le van a dar morcilla de Burgos hasta que la escueza el coño en prime-time.
Yo paso de investigar, así que ustedes deciden. Lo importante, sin duda, es que nuestra calles se llenan de famosos dispuestos a sustituir a Taburete en el imaginario popular, y todos ansiamos el momento de cruzarnos con Marichalar en las escaleras mecánicas del Simago, o tropezar con Dinio en el baño de la Norma. Ponga un famoso en su vida, eso es.
A todo esto hay que sumarle la anual celebración de la Gala de La Rioja en la plaza de toros de La Ribera, con sus millonarias y ridículas actuacionesen playback que pretenden lograr el hito de equiparar a La Tierra Con Nombre De Vino (¿no será al revés, hijos de la gran puta?) con Murciaquéhermosaeres u otras mierdas del mismo infecto estilo.
Desde esta humilde tribuna agradezco a Pedrone, capo vitalicio de este cortijo riojano, la inclusión en nuestras vidas de personajes famosos que puedan sacar al pueblo riojano de la miseria y el desempleo en que Zapatero nos sumerge; y ya puestos le animo a realizar la acción inversa, es decir, dignarse a salir él de nuestras vidas y darse un garbeo por Sálvame, Gran Hermano Ochomil, o el extinto Superguay, con Rita Irasema y Borondongo. Telecinco siempre necesita de nuevos payasos.
3 comentarios:
Phenti
¡Ja! Hoy no me ha vencido la curiosidad al ir leyendo el texto porque....
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¡Me lo había contado la merluza! Ya tienes un motivo más para odiar el facebook, mhuahahaha
A raíz de tu artículo me he puesto a investigar, tal y como sugieres, adivina... tiene blog, payo!
http://apeles.blogspot.com/
Bua además su última entrada es espeluztacular... 'mis mejores fotos'.
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