Afortunadamente, la mayoría de los días tengo cosas mejores que hacer a las 6 de la tarde que ver la televisión.
Pero hoy viernes no era así, y tras un rato demasiado largo haciendo cosas demasiado frikis como para ser relatadas en un blog de odio (con citar las palabras claves carolingio, Séneca y tinto Don Simón bastará), me ha dado por prender el televisor.
¡En horario de tarde!
Partiendo del hecho de que en mi mando a distancia hay una chincheta impregnada en sida sobre el número 5, para que me lo piense dos veces si alguna vez tengo la tentación de presionarlo, he de decir que la oferta existente en los otros treinta y pico canales no resulta muy edificante.
Antes, cuando apenas había cinco o seis canales, la tele era bastante mala. Pero ahora, con la TDT, las posibilidades son tantas que lo que antes era una ligera ducha de basura televisiva ahora supone un auténtico baño de mierda.
En la1, Amar en tiempos regüeltos. Si alguien no sabe porque odio esa telenovela, debería leer un par de entradas atrás. La2, con un documental sobre tiburones salmón (lo juro por la mano mágica de Titín III) no proporciona mucha diversión, pero al menos no dar ganas de rascarte la garganta a través de los ojos.
En Antena3 un anormal cuyo nombre no conozco, pero que siempre sale en todas las tertulias rosas, ya sea opinando sobre la labor cultural del último ladrón que hayan enterrado los de la SGAE, o hasta donde tiene de caídas las tetas la duquesa de Alba, analizaba el caso de una niña asesinada con la morbosa y no por ello menos categórica afirmación de que "sospecha que el asesino puede estar muy cerca de la familia".
Anuncios en cuatro, donde ponen -a veces- un programa entre la pubicidad. Vascos hablando de cosas vascas en idioma vasco en la vasca vasca. Pelis del Oeste más viejas que el Cañón del Colorado en la otra vasca.
Dibujos animados en laSecta. Esto me ha sorprendido, esperaba encontrarme algún capítulo de una serie sobre detectives del ejército americano que echan a todas horas (o quizás sea que son varias series y todas tienen el mismo lamentable aspecto), o un nuevo capítulo de Megaconstrucciones, que me recuerde por qué odio la ingeniería, y me ponga al corriente de que algo va mal, porque a Jimmy y su equipo les han traído roscas withworth y tornillos métricos, y no podrán entregar a tiempo el megatubo nasal que le están construyendo a Maradona.
Las televisiones regionales con su calidad de imagen que parecen la televisión local de un barrio pobre de Somalia. Popular Televisión con un fresco magacín vespertino grabado en un decorado tan feo que parece el interior de los contenedores de basura orgánica de Chernobyl, y en el que, bajo la apriencia de programa amable, intentarán convencernos para que apadrinemos a los sobrinos de Primo de Rivera o le compremos a un madero retirado una pulsera mágica que ya ha cambiado la vida de, al menos, los cuatro tontolabas que salen en el anuncio.
Y mucha más morralla en la TDT, con las típicas frescas madridistas en MarcaTV, haciendo méritos para que las fiche laSexta. y unos tipos dando guerra en lo que yo creía que era un concurso más de baile para jipjoperos, pero resulta que es la edición número dos mil de Operación Truño, cuyos discos serán tan malos que se los va a piratear hasta Teddy Bautista.
Y ya, casi al final de la rueda, lo que faltaba. GH24. ¿Y esto qué coño es? Me cago en los muertos del gordo aquel que no se cambiaba de jersey, Gran Hermano en emisión continua. ¡Que hay un canal exclusivamente dedicado a eso! Veinticuatro horas al día emitiendo la vida de una docena de macacos encerrados en una casa de diseño.
(Al menos, y esto demuestra que el que no se consuela es porque no quiere, jamás nadie se ha acercado a comentarme "Eh, tío, que la Vane se ha terminado el cocacao del Chiflis, que como es un trasexual que ha estado en la cárcel por prostituir a su abuela, ahora dice que van todos en contra suya y no piensa tomarse en serio la prueba de inmunidad para conseguir un cigarro liado de tabaco y pelos del sobaco de la Milá si hacen entre todos una división con llevadas", ni nada parecido. Algo es algo.)
Buf. Paro que me ahogo, y no sé si es por el olor de la pantalla o porque acabo de leer el párrafo anterior sin una bombona de oxígeno a mano.
En fin, que a no ser de que tengas unas carencias mentales como para competirle el título de los pesos pesados del retrasadismo a la Infanta Elena (en cuyo caso sólo tienes que pretar el '5' del mando), si no te gusta el deporte, ya puedes darte por jodido. Prácticamente sólo unos cuantos personajillos amarillos se salvan de la quema. Y eso si pillas algún capítulo previo a que Matt Groening decidiera que ya era suficientemente rico como para seguir haciéndonos gracia.
Así que ya sabes, apaga la tele y lee un libro. Y si te pasa lo que a mí, que te cuesta entender las cosas porque te falta verano y medio, ábrete un blog y se lo cuentas al personal.
3 comentarios:
Te echaba de menos jóven! El libro, cancion de hielo y fuego, oq?
Por ejemplo. O cualquier otro peor, que son casi todos.
Yo me quedo con la peli del oeste segurísimo!! En mi casa no tengo tele ni la queremos...para ver al Racing ya tengo rojadirecta. Da miedo ver las aguilas yankis que han colocado cuando intentas abrir la página. Por lo visto la van a cerrar por unos días y están siendo investigados! Como sea para siempre..que hago yo?
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