miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mariano&Friends I: tu cara me suena

Ya conocemos a los componentes del primer Gobierno de Mariano Jarrai, digo Rajoy -no se acostumbra uno a la vida sin los tipos de la capucha, y el inconsciente asocia con los que te mataban de un tiro en la nuca a los que vienen dispuestos a matarnos de hambre-.

Son trece, como Cristo y sus apóstoles; lo cual es un mensaje muy claro. Rajoy es Dios y para vosotros, pobres españolitos, la próxima puede ser la última cena. Y después, ¡bienvenidos al maravilloso mundo de la mendicidad!

Resulta curioso comprobar cómo, a pesar de que las circunstancias actuales son radicalmente diferentes a las existentes cuando el PP abandonó el poder, los nombres son extrañamente familiares para el gran público.

Ello se debe a que muchos repiten; y de entre los que no lo hacen, la gran mayoría han estado metidos en política, indigestándonos la cena con sus memeces en cada telediario, desde hace mucho tiempo. Son, por tanto, cómplices y culpables de la actual situación del país*, pero ahí los tenemos, asomando su pétrea cara

(*) Sí, ya sé que hasta ahora han pasado los últimos ocho años en la oposición. ¿Y? Créanme, tan culpables son los unos como los otros, pues todos forman parte del mismo conglomerado de mierdecillas dedicados a hacer nada, primero con una mano y luego con la otra, gracias a los cuales España tiene unos niveles de desarrollo que los ven allende los Pirineos y se mean encima. Así que, si es usted de los que cree que la frase que antecede al asterisco es un error, porque los políticos, y no los banqueros, son los que realmente dirigen esta mierda llamada España, haga el favor de salir de mi blog.

A lo que íbamos, que ya tenemos nuevo Gabinete. Lo mejorcito de cada casa. Salimos casi a un licenciado en Derecho por ministerio. ¿Para qué poner un ingeniero en Obras Públicas, o un médico en Sanidad? ¿Para que, ignorantes de los vericuetos legales, se les vaya demasiado la mano a la caja y les acaben pillando? No, hombre, no.

Mariano & Friends: sensacional conjunto de fascistas que ya demostraron, hace una década, que lo mejor que sabían hacer en una época de bonanza económica era promocionar la inversión inmobiliaria. ¡Eso es! ¡Construid, construid, malditos! ¡Hasta en los lechos de los ríos! ¡Mwahahahahahaha!

Sólo falta el Tito Aznar metiéndonos en una guerra, sacar al Logroñés de la tumba para ponerlo en Primera, y estaremos de nuevo en 1996. Quién sabe, visto lo visto, puede que sea mejor de lo que teníamos hasta ahora, porque los derroteros que llevábamos con Zapatero y sus chirigoteros nos llevaban derechitos a 1312; feudalismo puro al servicio del Marqués de Santander, o el Duque de BBVA. Aunque eso también es posible que lo recuperen los amigos de la gaviota.

Puede que luego se demuestre que algunas de estas primeras impresiones a vuelapluma eran producto de la calenturienta imaginación de algún perroflauta, pero qué le vamos a hacer.

En fin, que menuda panda. En la próxima entrega, Bilis les comentará cuatro cosillas de unos tipos a los que hoy ya les ha tocado la lotería, y luego, si quieren información veraz, contrastada y objetiva, van ustedes y leen la prensa. (Jajaja, ¿lo pillan?)

Por cierto, que entre los componentes de esa Última Cena pepera que va a ser cada Consejo de Ministros no está María Dolores de Cospedal. Y es que ella, como el malo del inspector Gadget, es demasiado pérfida para dejarse ver, y prefiere recostarse en su sillón de cuero, acariciando un puto gato de espaldas a la cámara, mientras suena su tenebrosa risa y deja que sean sus secuaces los que nos privaticen hasta las ganas de cagar.

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