jueves, 23 de abril de 2009

Año 1 d.B. (después de 'Bilis')

Tengo la sana costumbre de odiar mucho, y cada día más.

Decíamos ayer... ¡y ya hace un añito! Con esas palabras empezó, tal día como hoy del año pasado, el caminar de Bilis, la chispa de la vida. Y, como no podía ser de otra forma, es algo que servidor debía reseñar en esta conmemorativa fecha. Y lo hago, con un par, citándome a mí mismo, comparando en el título de la entrada de hoy el aniversario de este panfleto con el inicio de la era cristiana y parafraseando a Fray Luis de León. Si uno mísmo no le da ínfulas de grandeza a su blog, ¿quién lo va a hacer?

En estos trescientos sesenta y cinco días, y a lo largo de las cincuenta y cuatro entradas - ¡a más de una por semana, y luego aún hay quien tiene la poca vergüenza de decir que soy un vago!- que han jalonado esta internética página, multitud de personajillos han pasado por aquí.

Hoy, que es el día del libro, conmemoro con esta nueva entrada -que les permitirá a todos ustedes, zarrapastrosos de la vida sin capacidad económica para comprarse un buen libro impreso en papel, leer algo hoy- aquellos inicios, y recuerdo la memoria de todos cuantos han ido desfilando por aquí. (Por si acaso alguno de ellos, Dios lo quiera, ya está muerto).

Empezamos, un año ha, mencionando a ciertos tipejos que apalizaban gente y lo grababan en sus móviles y proseguimos por temas tan interesantes como la importancia del odio en la sociedad, la repulsiva prensa rosa, la no menos vomitiva prensa seria y sus repugnantes sectarismos fascistoides o la hipocresía en la publicidad.

También le pegamos al palo de los deportes, donde hube de comerme con patatas mi inicial aversión hacia Luis Aragonés después de que Zapatones diera a España una Eurocopa que a mí me proporcionó dos tardes de orgásmicas borracheras.

Y la cosa continuó con fervorosas misivas pidiendo la destrucción de esta magna mierda llamada España en la que nos ha tocado vivir, recuerdos para los muertos más frescos de Iñaki De Juana y sus colegurcios e incluso una referencia a las gentes de los Testigos de Jehová que, todo sea dicho, han sido los únicos de los mencionados en Bilis que se han dignado a responderme.

Con la ilusión que me hubiera hecho un comentario, por pequeño que fuera, de los ayatolás de la revolución iraní, el partido socialista u otros colectivos cualesquiera igualmente odiados por servidor.

Me dió por escribir del insufrible progresío imperante en nuestra descafeinada y cercanísima sociedad, pero también de cosas que pillan muy lejos, o quien sabe si quedan más cercanas de lo que pudiera parecer, como los jueguecitos de guerra de los hijos de puta del Estado de Israel.

No podían faltar en un blog del odio referencias a algunos de los fascistas que nos alimentan la vesícula, como la Cope, los Estados Unidos o Aznar; y, en contrapunto a estos peligrosos hijos de puta, aparecieron por aquí patéticos e inofensivos personajillos de la ralea del ínclito Ramoncín y similares; payasetes que dieron pie a una serie inacabada, basada en el futuro inmediato en que los payasos dominen esta tercera roca a mano derecha, viniendo desde el Sol.

Todo ello, cocinado al ritmo de mi triste prosa y sazonado por pequeñas referencias a la crisis, paranoias deportivas, literarias o conmemorativas de algun hecho resaltable, han ido haciendo de Bilis lo que hoy es: un lugar donde poner mis locuras para que (casi) nadie las lea.

Pero los escasos comentarios recibidos -que, más que probablemente se correspondan con mi escaso número de lectores- no merman mis ganas de seguir odiando a todo y a todos, por lo cual Bilis continuará su gratuíto reparto de amor primaveral entre todo aquel que se acerque a sus lindes.

De todas formas, hágame un favor a mí, que ganaré lectores; hágaselo a usted, que será inmediatamente identificado como un tipo molón que recomienda blogs de alta calidad a sus amistades; y, por qué no, hágale un favor al mundo, que necesita momentos en los que el humor y las venas hinchadas se den la mano.

Comente y publicite mi blog. Hágalo por mí, o por el perro del anuncio de la DGT. Por quien más pena le dé. Que ahora mismo no sé quién de los dos será.

3 comentarios:

Pilar dijo...

Aquí tu zarrapastrosa lectora número 1, que aunque no leí tus orígenes ahora te comento y todo! (Quizás lo haga forzada mientras me apuntas con armas de fuego).

Anónimo dijo...

Bueno menino,
no llores tanto anda, que ya hay algun loc@ que te lee y desde varios lugares del mundo, ja ja.
Felicidades por este año de odio y odio.
Una pequeña critica, eres como los programas de fin de año a lo blog. Una entrada de "Lo mejor del ultimo año en mi blog", ja ja ja.
Adolfo

Victor dijo...

Enhorabuena Diego por este año de blog, por traducir tambien lo que mucha gente piensa o quiere decir,pero o no quieren, o no saben como hacerlo.

Un Saludo. Victor