lunes, 14 de febrero de 2011

Amor

Querubines con alas algodonosas revoloteando por lugares soleados, tensando el arco que sustenta una flecha con la punta en forma de corazón. The power of love.

Unicornios, unicornios alados, unicornios alados rosas, unicornios alados rosas con manchas en forma de corazón, unicornios alados rosas con manchas en forma de corazón cabalgando sobre un arcoiris, unicornios alados rosas con manchas en forma de corazón cabalgando sobre un arcoiris que parte de un brillante y facetado diamante, unicornios alados rosas con manchas en forma de corazón cabalgando sobre un arcoiris que parte de un brillante y facetado diamante y desemboca en la tumba de tu puta madre. Ah, no, eso no.

Corazones, corazones, corazones. Muchos corazones.

Tarjetas escritas en una indescifrable mezcla de mayúsculas y minúsculas, incomprensiblemente extendidas las palabras por toneladas de haches.

Corazones, corazones, corazones. Puke rainbows. Vómito de colores.

Un diamante es para siempre. La semana fantástica del Corte Inglés. Díselo con flores, -empaquetadas, de plástico, muertas, arrancadas de la tierra para pudrirse en un jarrón de frío plástico... pero caras, que sean caras-. Compra, compra, compra.

Que se note que le quieres. Ama, ama. Gasta, gasta.

Vómitos sangrientos en la carretera

pero quieres encontrar la hierba buena.

Fuentes que dan sangre por las tuberías,
manchas negras cubren las paredes frías.

No seas imbécil, te mereces lo mejor,
pero sin embargo esto es una cancion de amor.
(*)

TQM mi dulce terroncito de azúcar. Amarás a Movistar sobre todas las cosas. Citas en Tuenti, fotos en Féisbuk, que se entere todo el mundo. Todos deben saber que la amas, y más le vale a ella amarte también, o te verás obligado a convertirte en Miguel Carcaño.

No saquen fotografías, tengo el cuerpo ensangrentado.
yo era un chico muy decente, ella era una prostituta.
Ya no usará la cama, ahora duerme en una tumba,
La maté porque la amaba. La maté porque era mía. (**)

Salid hoy de cena, regalaos cosas caras; y mañana, cuando sea quince, volved a ser los mismos hijos de puta que érais ayer.


(*) Canción de amor, de Parabellum.
(**) La mate porque era mía, de Platero y tú.

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