miércoles, 4 de junio de 2008

País lamentable precisa holocausto nuclear

España me necesita.

Resulta curioso lo que me ha llevado a alcanzar esta conclusión. Podría haber sido a causa de cualquiera de las múltiples situaciones bochornosas que abarrotan el día a día de un lugar plagado de sinvergüenzas donde nada importa salvo el dinero y la policía es más corrupta que los delincuentes. Pero qué esperar de un país que insiste en votar obcecadamente a políticos que quedan impunes tras provocar catástrofes naturales, que se bajan los pantalones ante caciquillos de pueblo por un puñado de votos, o que envían sin pudor alguno a su patético ejército a matar y hacerse matar a miles de kilómetros. Qué se puede esperar en un país que sigue teniendo un parásito como funcionario mayor del reino. Estas menudencias sólo pueden ocurrir en un país gobernado por imbéciles y controlado por fascistas donde un cabrón con pasamontañas le puede pegar un tiro al encargado de un peaje de autopista y ser alentado después por millares de hijos de puta. Las razones para salvar España, como ven, no eran precisamente pocas.

Pero el detonante final ha sido un correo electrónico. Fue un e-mail lo que me decidió a erguirme como salvador de la nación. A través de tan moderna epístola recibí una serie de fotografías que, supuestamente, los indígenas de este lugar utilizan para ligar por internet (?). Allí, junto a una rata que se parece a su dueño, o al revés, y una joven moza que acompaña, la pobre, su pretendidamente provocativa imagen con las frases toa sexy, toa porno, aparecían dos españolitos –orgullosos de serlo, probablemente– que demuestran cuán bajo hemos caído.

Llegan desde Carabanxel, son Morenikoh y su primo Kastañikoh, más conocidos como Pokeritoh y Flamenkitoh, también llamados er Alber y er Luismi, popularmente reconocibles como los 100% primitos, dos especimenes surgidos de la excelsa cultura popular española del siglo veintiuno, dos engendros cuya máxima aspiración en la vida supongo sea el quedar con unas Jennys en el polígono, hacer unos trompos y comerse unas rulas al ritmo que marcan los enormes bafles de sus bugas.

Podría ser generoso y considerar a estos dos deficientes como casos excepcionales, pero la aparición inmediata de un tipo –se me han acabado los adjetivos– que no se quita las gafas de sol ni cuando posa en bolas en la ducha y de otro retrasado mental –realmente me quedaba aún un adjetivo, pero lo reservaba para éste– que luce sus piercings semidesnudo junto a una bandera franquista, me hacen comprender que no es hora de ser benévolo. En realidad bastaba un poco de Diario de Patricia para ver que no. Que haberlos, haylos. Y a patadas.

España merece ser salvada. Hay que acabar con este circo. La Providencia ha querido que fuese así, y no puedo abstraerme al papel que me ha tocado jugar. Un país así pide a gritos ser borrado del mapa.

Lamentablemente no dispongo de armas de destrucción masiva con la potencia suficiente como para llevar a cabo mi gran obra –tras exhaustivos cálculos he concluido que una nube tóxica producida por mis adorados caparrones con berza resultaría insuficiente– pero conozco a alguien que en breve podrá proporcionármela, por lo que he decidido solicitarle ayuda. Ya tengo preparada la carta. Dice así:

A la atención del señor Mahmud Ahmadineyad, presidente de la República Islámica de Irán:

Siento irrumpir en su apretada agenda, sin duda repleta de importantísimos actos, tales como el apedreamiento de adúlteras o los ahorcamientos de maricones, pero no me queda más remedio que solicitar su ayuda para salvaguardar el escaso honor que aún pueda quedarle a mi amada Patria. Una ayuda que solo usted, mi estimado azote de Sión, honorable y modernísimo líder de tan antiquísimo y poderoso país, puede proporcionarnos.
Es por ello que le ruego tenga a bien obsequiarnos con alguna de esas bombas atómicas que, cual rosquillas, a buen seguro produce su pacífico programa nuclear, y merced a tan moderna tecnología nos mande a todos aquellos que moramos en esta mierda que se extiende entre Francia y Portugal, a tomar por el mismísimo culo. Ganado nos lo tenemos.

PD: Se ruega envíe su holocausto antes del comienzo de la Eurocopa. Quizás merezcamos ser exterminados, pero someternos a la tortura de tener que contemplar el juego de nuestra selección de fútbol es demasiado sádico.

Atentamente, un demócrata preocupado por su Patria.

Ya está. Que Dios reparta suerte y los ayatolás, plutonio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

DARWINISMO SOCIAL YA!!! HIEGIENE SOCIAL!!! SIEG HEIL!!!

Anónimo dijo...

Eres todo un profesional del odio.
Aporta algo mamón.

Anónimo dijo...

NOTICIA: no todo el mundo lo sabe, y si lo saben, se la suda. Realmente sólo lo sabemos el del darwinismo hitletiano de más arriba, Chiquito de la Calzada, tú y yo.

APORTACIÓN: setecientas palabras hablando, en tono pretendida y dudo que logradamente jocoso, acerca de una mierda de medio millón de kilómetros cuadrados y sus disparatadas aventuras.

Aparte, solo puedo aportar la libretad de expresión suficiente para que me llames mamón. Si supiese reconducir la situación sería piloto de rallyes, como tú y no un lechón blógico.

Anónimo dijo...

Con libertad de expresion no se va a ningun sitio asi va España, esto es una verguenza, este pais necesita mano dura y unas cuantas deportaciones y limpiezas etnicas.
Aqui ya opinan hasta los moros pero esto que es España sin fronteras porque no se van a arabia del saudi.
Arriba España una grande y libre de escoria.

Anónimo dijo...

Si no te gusta no lo leas, como le vuelvas a llamar mamon al diego te apuñalo mamon