domingo, 16 de noviembre de 2008

G-20: hundido

Ya hemos tenido cumbre y tenemos su correspondiente resolución. El comienzo –"Nosotros, los lideres del mundo..."– llama un poco a engaño. Yo creía que se trataba de una nota de prensa de Tiger Woods, y Federer en la que pedían que les quitasen al estafador de Thierry Henry del anuncio de Gillete, porque nadie los tomaba en serio como primeras figuras internacionales con semejante engañabobos de compañero. Pero no.

En su lugar era un escrito de Bush, Merkel, Lula, Sarkozy y otros a los que conocerán en su casa si tienen costumbre de ir cada quince días, en el que pretendían sentar las bases para refundar el capitalismo. Así, con dos cojones. Las cosas, o se hacen a lo grande, o no se hacen. O sea, como lo de los julais de los Testigos de Jehová del otro día, pero con más cara dura si cabe.

Empieza con esa frase, pero podía haber comenzado con un "Por orden del señor alcalde, se hace saber..." resumiendo las conclusiones en una especie de bando pero, en lugar de estar leído por un cazurro con entrecejo y boina, hecho por George Bush. Que no tiene boina.

A semejante encabezamiento le siguen una increíble sarta de buenas intenciones que dejan claro, desde el mismo día de la foto, que la cumbre de los cojones tan sólo ha servido para llevar a unos cuantos personajillos a Estados Unidos a ponerse ciegos de mantequilla de cacahuete y otros manjares.

Como conclusión, lo dicho, que acaban de refundar el capitalismo. Algo que me deja tan anonadado como aquella ocasión en la que trataron de refundar el holocausto.

–Verá, mein Führer.
–Tutéeme, camarada.
–Pues verás, Fito.
–Sin pasarse, Fritz, o me veré obligado a invitarte a que te suicides.
–Glups. Pues nada, que ahora resulta que estos judíos son unos cabrones. Los agrupamos, les damos trabajo en cantidades industriales y les organizamos unas dietas de puta madre y ya ve, que ahora van y se nos mueren.
–Pues cojan más.
–Es que se nos han muerto demasiados. Vamos a tener que refundar esto del holocausto.
–De acuerdo. Buscad a otros a los que esclavizar. Algo quedará por ahí. Negros, gitanos... o socios del Logroñés, que esos ya lo aguantan todo. Y si no, tampoco importa demasiado. Si la cuestión era hacer el mal...

De eso se trata al fin y al cabo. De buscar nuevos incautos a los que robar diseñando novedosas e imaginativas fórmulas capitalistas. Una vez sometida la clase media de los países desarrollados a la esclavitud de eternas hipotecas, habrán decidido ir a por los que tienen menos aún. De esta manera planean ahora hipotecar los cartones de los mendigos, llevar a la cotización bursátil los cartones de tintorro, y expropiarles a los negros de África hasta los huecos entre sus costillas.

Y en medio de tan divertida reunión, Zapatero. El hombre que he metido a España en la Historia. El hombre del infinito afán por refundar lo que fuera, el capitalismo, los estatutos fundacionales de los Boy Scouts, o los sillones de la Casa Blanca. La cuestión era hacerse la foto entre los mayores para luego volver a la aldea a fardar delante de Rajoy y de nosotros, sus insufribles súdbitos.

En fin, que para lo único que servirá esta cumbre, me temo, es para que unos tipos que no la necesitan se hayan pegado una buena comilona y se hayan dado un poco de coba antes de comerse mutuamente las pollas -o lo que quiera que tenga la Merkel- mientras rellenaban un par de folios con chorradas bienintencionadas.

Para eso y para demostrar que Rajoy es un cagazas por no atreverse a decir, alto y claro, que Zapatero estaba haciendo el panoli buscando silla a una mesa en la que España no pintaba nada. Porque, se pongan como se pongan, pretendiendo vendernos que España está en el grupo de las naciones punteras del mundo, en el tema económico –como en muchos otros, como en honradez, béisbol, no pegarse tiros en la nuca o dignidad política, por ejemplo– España importa lo mismo que la última mierda que cagó Juanito Navarro.

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