jueves, 13 de agosto de 2009

Marte del tamaño de mis cojones

Estos días, con la cita anual con las perseidas -las estrellas fugaces de toda la puta vida, vamos-, servidor recordó haber oído hace ya unos cuantos meses la noticia acerca de un memorable acontecimiento astronómico en el prestigioso informativo de Telahínco.

Resulta que, el próximo 27 de agosto, Marte será visible desde la Tierra con un tamaño desproporcionadamente grande. Hasta el extremo de que será tan grande como la propia Luna.

Pues, queridísimos cefalópodos, ¡por mis cojones! Nanay. Que va a ser que no. Que si esperas disfrutar de semejante belleza cósmica te vas a comer una tortícolis como el sombrero de un picador para nada. Que nos la han clavao, Ladislao.

Y, por si alguien aún alberga la esperanza de ver Marte del mismo tamaño que la Luna, me remito a una simple explicación matemática que he podido leer en la web de una universidad mexicana. (Si, lo sé, qué cojones haría yo viendo la web de una universidad mexicana... Pues es algo a lo que no puedo responder, probablemente algún enlace pornográfico defectuoso me acabara llevado hasta allí).

Veamos, dado que Marte tiene, aproximadamente, el doble del tamaño de la Luna, para que su apariencia vistos ambos desde la Tierra fuera similar, el Planeta Rojo debería de estar situado al doble de la distancia que separa nuestro planeta de la Luna. Muchísimo más cerca de lo habitual, por supuesto.

Quien sabe, quizás el próximo día 27 de agosto los marcianos decidan que su órbita es muy aburrida, la modifiquen y se acerquen unos cuantos millones de kilómetros a nosotros; probablemente atraídos por las fiestas de Leiva, que caerán más o menos por esas fechas.

Pero, por mucho que a los amigos olivenses les pene el no ser huéspedes de la primera visita extraterrestre a su mítico chamizo de chapa metálica, más nos vale que la cosa no sea así. Un planeta del tamaño y la gravedad de Marte a esa distancia de la Luna nos iba a hacer mucha pupita: nuestro satélite cambiando de órbita para irse con los cabezones de Mars Attacks; las mareas terrestres, sin la fuerza gravitatoria lunar controlándolas, dejando mares en calma cual platos de sopa o metiendo el Mediterráneo hasta la cocina, con olas gigantes que te planten Marina D'Or en la plaza mayor de Teruel; y muchas otras cosas de similar divertimento general.

Y todo ello a dos días de que el Madrid comenzase su arrolladora temporada. Todo por no permitir el rutilante éxito del equipo diseñado por Florentino. Lo que hace el Villarato, capaz incluso de desatar el Apocalípsis con tal de no permitir al club blanco auparse al olimpo del fútbol del siglo XXI.

Pero bueno, conspiraciones antimadridistas aparte, si algo podemos sacar en claro de todo esto es que, a falta de noticias, se inventan. Y el periodismo en esta mierda de país ha llegado a un extremo en el que ya no necesita ni de la imaginación.

Lo han hecho con esto de que Marte alcanzaría el tamaño de la Luna para un observador terrestre, pero podrían haber abierto sus informativos con un niño al que le mutará en rostro en el del pato Donald si medio millón de personas no ve Pasapalabra. O con una portada a cinco columnas sobre la donación de un céntimo por parte de Microsoft por cada ejemplar que se compre del As , destinado a que una oenegé birmana pueda curar el avenismo a unos niños criados por lobos en el Vietnam.

El camino, tras esta muestra de rigor periodístico, ha quedado bastante claro.

Se coge cualquier rumor de mierda de internet, se planta en el parte de las tres y a cascarla. Luego, cualquier capullo como servidor -o como usted, si acaso le interesara eso de echarse en un rastrojo a la fresca a disfrutar de la noche veraniega- va y se lo cree. Y de no ser por mi propensión a meter en un buscador internético cualquier tipo de estupidez que se me pasa por la cabeza, ahí hubiera estado servidor en la noche del 27 de agosto, mirando al cielo. Preguntándome asombrado si me habrá crecido el astigmatismo hasta el punto de ser incapaz de ver un planeta del tamaño de la Luna.

Pero no, lo que ha crecido es la caradura de los patéticos medios de comunicación de este patético país. Y lo ha hecho a gran ritmo; casi al mismo al que Marte ha ido encogiendo hasta llegar a un tamaño y visibilidad que, allí por el 27 del mes en curso, será similar al de mis santos cojones.

2 comentarios:

Pilar dijo...

Vaya, yo que iba a llevarte ese día a algún sitio bonito para ver marte y empezar a quedarme contigo diciéndote 'mira, si está ahí,¿en serio que no lo ves?'.

Anónimo dijo...

eres un genio del periodismo libre tio jajaja