sábado, 3 de julio de 2010

Demagogia

El título de esta entrada debería ir escrito en mayúsculas, pero eso rompería la uniformidad de este blog. Y no queremos romper la uniformidad, ¿verdad? No, por Dios. Además, si con las mayúsculas se pretende resaltar la intensidad del texto, éstas deberían de haber sido usadas ya con anterioridad aquí; por ejemplo esa vez que titulé 'Hijos de puta' mi entrada dedicada a la SGAE.

El caso es, que estando como estamos de Mundial, y siendo como soy un jodido enfermo capaz de tragarse hora y media de Argelia-Eslovenia, no puedo hacer otra cosa que volver a hablar -aunque sólo sea tangencialmente- de fútbol.

Digamos, para resumir la cosa, que el secretario general del Partido Comunista de España* ha enviado una carta a los jugadores de la Selección -igual por aquello de La Roja se creía que habían convocado a La Pasionaria- instándoles a que "donen la prima extraordinaria a las causas sociales que mejor consideren".

(*) Ah, no. Que es Coordinador General de Izquierda Unida, porque ya estos vendidos no tienen ni la ideología ni los huevos para seguir llamándose Partido Comunista, seguir cantando la Internacional, y declarar su amor por el camarada Stalin. Pero para hacer demagogia barata aún les queda, de eso sabe mucho la mierda de ¿izquierda? que tenemos en España.

Considera el camarada Lara que los jugadores de la Selección tienen unos salarios "muy superiores a los de la mayoría de los trabajadores". Cierto. Coincido con el camarada Lara en que la prima -600 mil eurazos- es "exagerada"; la mayor de todas las participantes en el Mundial. También conozco, bastante mejor que él, "la situación de crisis que vive nuestro país y los recortes que se están realizando sobre determinados sectores de la sociedad", y estoy seguro de que los jugadores, aunque no les afecte, "no son ajenos a ella". Vamos, que saben que la cosa está jodida.

Desconozco lo que hace cada uno de los veintitrés millonarios que en esta ocasión visten la camiseta española con su dinero, y no entraré a especular sobre quién tiene pinta de usar una parte para fines solidarios y quién no, que las apariencias engañan. Por ejemplo, Mamadísimo Diarrá, uno de los jugadores menos técnicos y más cerdos del actual Real Madrid, por quien no siento excesva simpatía, realiza multitud de obras sociales en su Bamako natal, tratando de aportar su pequeño -o no tan pequeño- grano de arena para mejorar la vida de sus compatriotas, compensando en cierto modo lo que los gobernantes malienses se meten en el bolso. Vaya, ¿quiénes son aquí los malos, camarada Cayo? Los mismos que en todas partes, por supuesto.

Me parecería genial que los representantes de una ONG se dirigieran a los jugadores para pedirles una ayuda, un gesto compensatorio hacia toda esa población que los anima y, sin cuyo interés por el fútbol, ellos no estarían donde están. Pero no se me ocurre un acto de mayor vileza y demagogia que, siendo el camarada Lara un político, es decir, un responsable directo -por lo menos hasta que no admitan que su influencia en la crisis es ínfima, ya que ellos (todos los políticos) nada pueden cambiar, pues no son más que marionetas dirigidas por los bancos y las multinacionales, los que realmente mandan- de la crisis, se atreva a pedir a alguien, quienquiera que sea este alguien, que entregue su dinero a causas sociales.

Los políticos están ahí -yo no me lo creo, pero así se venden ellos mismos- para solucionar con su trabajo los problemas de los ciudadanos. Lo último a lo que podían llegar es a enjaretar a otros esta responsabilidad. Qué progre queda el apuntar a un millonario públicamente reconocido, culpándole de todos los males sin culparle de ninguno, mientras en el fondo se conoce perfectamente dónde está el agujero por el que se le escapa la vida a España: miles y miles de empleados públicos sin oficio ni beneficio, ministros, consejeros, ayudantes, o adjuntos a la vicesecretaría especial de la madre que los cagó a todos.

Que un tío que cobrará una pensión vitalicia por el mero hecho de haber calentado con su inútil culo las bancadas del Congreso siete añitos tenga los santos cojones -o soviéticos testículos, no vayamos a herir sensibilidades- de pedirle a nadie que regale parte de su dinero, es como para ponerse nervioso, comprarse una escopeta, y ver qué tal día hace por la Carrera de San Jerónimo.

Pero eso es lo que cabe esperar en este país, la puta España, donde, por desgracia, la mayor ocupación clase política es chuparse las pollas los unos a los otros en los ratos libres que les quedan robando al ciudadano, y no existen ni la verdadera izquierda ni las guillotinas.

1 comentario:

Adolfo dijo...

La diferencia entre los futbolistas y otros (políticos, empresarios, etc)es que no hay una indignación generalizada contra ellos por sus salarios o primas como ocurre con los otros espectros, cuando es tema de fútbol..... no hay críticas de la gente!!!
Respecto a Cayo Lara, pues yo le voy a dar una oportunidad, es la única esperanza que me queda en este país en el que nos ha tocado vivir. Espero que tenga suerte y consiga sacar cosas adelante.