viernes, 10 de septiembre de 2010

Cuando los payasos dominen la Tierra (V)

Juro por Dios, por Franco, y por don Santiago Bernabeu -puede que no en ese orden- que el domingo dejé de creer en las leyes de la probabilidad.

Llegué a casa a las siete y media de la mañana, con mas calimocho que leucocitos en el cuerpo y me dispuse a ingerir un descomunal plato de espaguetis con carne picada y tomate. Lo lógico, vamos. Para amenizar la jugada, tuve la ocurrencia de prender el televisor.

Si en España somos unos cuarenta y siete millones, y uno de cada ¿diez mil? ciudadanos acaba sufriendo retraso mental, ¿qué posibilidad hay de que todos los hijos de la gran puta que salieron en la pantalla fuesen completamente imbéciles?

La respuesta puede ser tan sencilla como terrorífica: en televisión sólo salen gilipollas.

Si yo hubiera sido Mickey Mouse, y hubiera tenido capacidad psicomotriz para encontrarme los ojos, mi reacción bien pudiera haber sido algo así. Pero como no soy el bicho de mierda ése que comparto con ustedes por cortesía de ElPitoDoble, decidí mantener mis uñas fuera de mis córneas y acumular todo mi odio para poder desplegarlo ante todos ustedes en una nueva entrega -la quinta ya- sobre esa caterva de peligrosos deficientes cognitivos a los que hemos otorgado el poder para dominar nuestras lamentables vidas, payasos de un circo en el que, sorprendentemente, lo más cómico está entre el público y eres tú, querido amigo lector.

Sí, sí. No niego la comicidad del presidente de Andalucía (cuyas ridículas declaraciones en aquel telediario matutino, he de reconocerlo, soy incapaz de recordar; cosas del tintorro), de Leire Pajín, de Mariano Rajoy o de Joan Laporta, pero la culpa de su presencia en la caja tonta no la tienen ellos, sino todos los que les toleramos, les ignoramos o, lo que es más grave, incluso les apoyan, animan, jalean y defienden.

La que más rato estuvo en pantalla -y por ende, la que más estupideces dijo, pues esta gente sale a idiotez por apertura de boca- fue la amiga Leire Pajín, que hace así su primera aparición en Bilis, algo que me sorprende incluso a mí, dado el mogolismo intrínseco del personaje, la afición que tenía su madre a meter la mano en la caja del ayuntamiento valenciano donde aposentaba su corrupto trasero, y el silencio del que en aquella ocasión doña Leire, siempre azote de los fachas de la gaviota, supo hacer gala. Ver la paja en el ojo ajeno y no el lefazo en el propio, dice el refrán.

¡Ay, Leire! Tú que tuviste la ocurrencia de calificar como "acontecimiento planetario" la coexistanecia de Zapatero y Obama al frente de sus respectivos países, cómo no has venido antes a los amorosos líquidos intestinales de este humilde blog.

Quizás fuera porque estabas muy ocupada lanzando por tu boca toda la mierda que tu trasero es incapaz de excretar, o acaparando búsquedas internáuticas. Porque si entra usted en Google Imágenes y teclea demagogia, sale la cara de Leire Pajín sacándose un moco. Si teclea mongolismo elevado a la enésima potencia, sale la cara de Leire Pajín comiéndose ese mismo moco. Si teclea mecagüendios que nervioso me pone esta hija de puta bocazas con su palabrería incapaz de aportar nada que no sea estupidez y progresismo barato de mierda, probablemente saldría yo en plan Mickey, con los brazos hasta el codo introducidos en la cavidad ocular.

Pero no sólo la Pajín tuvo a bien atacar el escaso intelecto de un borracho dominguero, también Mariano Jarrai -más conocido como El Tipo Al Que Aznar Puso A Dedo A Las Puertas De La Moncloa Y Acabó Derrotado Por Un Inútil Que Se Parece A Mister Bean Pero En Absurdo- abundó en la extendida costumbre de criticar sin proponer, llegando incluso más allá. "Tengo cincuenta medidas para salir de la crisis en cuanto gobierne, pero no os las voy a decir. Jeje, que gangoso soy. A ver si acertáis alguna mientras os hundís en la mierda, os quedan seis meses. Saludos a los parados mientras tanto."

Y para rematar la faena, apareció en escena Joan Laporta presentando un partido político que se ha sacado de la chistera, supongo que con la saludable intención de continuar haciendo a costa de todos los catalanes lo que ha estado siete años haciendo con los socios del Barça. Es decir, robar. Y ponerse ciego en discotecas con tarjetas de crédito prestadas.

Yo me fui a la cama con la tripa llena de espaguetis con carne y una considerable dosis de ganas de matar cociéndose lentita en el cerebro, pensando en que con la Pajín y el Rajoy nos la clavaron bien, y que aquellos bobos que acudieron a votarles se encontraron con la calaña de los personajes a posteriori, pero si en Cataluña hay alguien lo suficientemente idiota como para votar a Laporta una vez comprobado todo de lo que es capaz, entonces será mejor no quejarnos, admitir que todo lo tenemos merecido, viajar a Disnaylandia, y sacarnos los ojos.

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